El Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en coordinación con el Ministerio del Interior presentaron el Proyecto de Inclusión Asistida (PIA), que tiene como objetivo “reducir la reincidencia de los egresados del sistema penitenciario a través de apoyo técnico, personalizado y económico”. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Universidad de Montevideo.

Con la presencia del presidente Luis Lacalle Pou, el lanzamiento fue este jueves. Martín Lema, ministro de Desarrollo Social, participó en la presentación del PIA e indicó que lo que se busca es “reducir la reincidencia y prevenir la situación de calle”. Señaló que 23 personas recuperan la libertad por día y que inicialmente la propuesta tiene un cupo para 500 personas liberadas. Según Lema, ya fueron seleccionadas las primeras 56 personas, de las cuales 52 “ni siquiera tenían cédula de identidad al momento de recuperar la libertad”. Si bien inicialmente el PIA se implementará con personas liberadas del Comcar, se espera que escale a nivel nacional, lo cual será posible luego de la evaluación de esta primera experiencia.

El ministro del Interior, Nicolás Martinelli, también participó en la presentación del PIA. Para Martinelli, “ocuparse de las cárceles es ocuparse de la seguridad de todos” porque “lo que pasa en las cárceles tiene que ver con la seguridad”. “Por eso reducir y evitar el delito ayuda a toda la sociedad”, indicó el ministro, que aseguró que “atacar las causas del delito es trabajar para evitarlos”.

Tras mediciones del Mides y el Instituto Nacional de Estadística, se llegó a la conclusión de que hay una interconexión entre la cárcel y la situación de calle. Por eso, “para enfrentar esta problemática, entrelazada con trayectorias complejas de marginalidad y desafiliación social, el Mides profundizará las acciones destinadas a la población privada de libertad dentro del sistema penitenciario y fuera de este, a través del PIA”.

Se busca reforzar la vinculación de las personas que egresan del sistema penitenciario con el Mides para “favorecer su reinserción laboral, mejorar las competencias de los participantes en los programas de formación, capacitación y trabajo”, también para “prevenir que queden en situaciones de calle e intemperie”.

El público objetivo en esta instancia son las personas privadas de libertad del Comcar que están próximas al egreso. Están excluidos de la selección aquellas personas que cometieron delitos sexuales, delitos por estupefacientes, delitos por violencia doméstica y lavado de activos.

Quienes sean seleccionados van a contar con un acompañamiento técnico, con un referente que les aportará orientación sobre los programas del Mides a los que pueden acceder. Además, se prevé que estas personas accedan a determinados ingresos económicos: una tarjeta PIA básica por seis meses, que tiene un monto equivalente mensual a la Tarjeta Uruguay Social simple, que son actualmente 1.640 pesos; una tarjeta PIA Transporte Metropolitano que se recarga con 400 pesos por seis meses consecutivos; y boletos para el traslado interdepartamental si la persona declara vivir en el interior.

Un “kit social” para más oportunidades

En diálogo con la diaria, Lema enfatizó en que “el PIA tiene como objetivo reducir la reincidencia y evitar situaciones de calle”. Compartió algunas estadísticas, como por ejemplo que la reincidencia en Uruguay ronda el 70% y que de las personas en situación de calle relevadas, 53% estuvieron privadas de libertad. “A esta situación de los indicadores se suma que hoy están saliendo 26 personas por día del sistema penitenciario, lo cual significa que en 2023 van a salir aproximadamente 2.500 personas más que las que salieron en el año 2019”, resaltó.

“Esta línea viene en ascenso con el correr de los años, por tanto el PIA busca revertir estas situaciones, es un proyecto que tiene cuatro ejes”, los que detalló: el primero refiere a “mucha articulación entre las instituciones, Mides, Ministerio del Interior y Comisionado Parlamentario Penitenciario”.

“Es un trabajo de los equipos para estar en las trayectorias”, sostuvo. Por eso, el segundo eje es la “contención” y para eso “hay un técnico social del ministerio que empieza a intervenir antes de que la persona recupere la libertad y obviamente que en todo el acompañamiento a posteriori”.

El tercer eje es el acceso a “prestaciones socioeconómicas”, a un “kit social”: “Va a tener asignado un centro de resguardo, va a tener asignado un dispositivo del Instituto Nacional de Alimentación, va a tener una tarjeta social de 1.640 pesos, va a tener el costeo de los boletos para los traslados, va a tener asistencia legal y va a tener incorporación en los programas de formación y laborales del Mides.

El cuarto eje es el diseño: “Este es un programa que en este caso es para 500 personas, que funciona como un piloto. A los siete meses, por el diseño, tiene una solidez que va a medir claramente el impacto que puede tener en la reincidencia, por ejemplo”. “Entonces es fácilmente convertible en una política nacional si los resultados son los esperados”, destacó y enfatizó en que “esto habla de la solidez del diseño para la medición del impacto y para transformarlo inmediatamente si los resultados y la evidencia es positiva en una política nacional”.

Lema destacó que el PIA empieza a funcionar este viernes. “Ya están los 56 primeros seleccionados. Uno de los temas que ya empezó a dar efecto es que de los 56, sólo cuatro tenían documento de identidad, eso ya se subsanó, o sea que los 56 van a regresar con el documento de identidad”, manifestó para ejemplificar el nivel de exclusión de estas personas.

“Nosotros ponemos como ejemplo las dificultades que trae la exclusión cuando una persona sale sin la cédula, desde hacer un trámite hasta sentirse por fuera de todo. Entonces lo que acá buscamos es eso de trabajar en una mayor contención, trabajar en segundas oportunidades, seguir trabajando para un país libre de prejuicios y que sobre todo se tenga la convicción de algo que insiste el presidente de la República, de que el hombre no es el lobo del hombre y que la gente muchas veces lo que necesita son estas oportunidades que entre todos debemos brindar y que por otro lado hay historias, cantidad de historias que generan también un optimismo basado en evidencia”, concluyó el ministro de Desarrollo Social.

Un “hito histórico”

Martinelli destacó que este es el resultado de un trabajo arduo entre los dos ministerios. Lo consideró un “hito histórico” porque “es la primera vez en muchos años que dos instituciones bien importantes y que tienen mucha incidencia en el tema del delito han podido trabajar con la sinergia con la que vienen trabajando y han podido derribar muchos muros y muchas barreras”.

“Este trabajo interministerial tiene que ver con uno de los grandes objetivos de este gobierno que es la reducción del delito a través del enfoque dual, ese enfoque del que tanto hemos hablado desde el Ministerio del Interior”, planteó, y agregó que “este enfoque nos permite no solamente atacar las causas del delito sino también realizar un seguimiento profesional para evitar las reincidencias”.

“Este seguimiento naturalmente necesita el apoyo del Estado porque eso va a ser lo que determine el éxito sobre el objetivo que nos hemos propuesto, que es trabajar en las causas para bajar el delito”. Para Martinelli, “eso es cuidar a todos los ciudadanos del Uruguay, porque lo que pasa en las cárceles tiene que ver también con nuestra seguridad”. “Prevenir la reincidencia en el delito es cuidar a todos los habitantes del país. Por eso impulsamos la educación y la formación con la creación de espacios universitarios que permitan a los internos estudiar, aprender un oficio para que cuando salgan tengan otras oportunidades”. Para el ministro, lo importante es que “cuenten con las herramientas para volver a empezar y entiendan que con esfuerzo se puede salir adelante”.