El episodio que en marzo de 2022 llevó al entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), Gustavo Fajardo, a un arresto a rigor, tuvo repercusiones.

Una nueva denuncia que lo involucra está siendo tramitada por la Justicia militar desde fines de noviembre del año pasado por el presunto robo de cuatro faroles, mientras que el actual jefe del Esmade, Rodolfo Pereyra, fue denunciado por un grupo de militares por encubrimiento y abuso de funciones ante la Junta de Transparencia y Ética Pública.

En marzo Fajardo fue sancionado por utilizar personal y un camión del Batallón de Ingenieros 4 para hacer una mudanza personal desde la casa de su esposa en Piriápolis hasta su propiedad en Aiguá.

En un reporte con fecha 1 de agosto, al que accedió la diaria, el coronel que denunció el robo informó que en la mañana del 28 de julio del año pasado, cuando estaba en el despacho del director general de Inteligencia Estratégica, Raúl Moreno, ingresó el teniente coronel Rodolfo Acevedo para informar que por “orden” de Fajardo “ya le habían entregado cuatro focos al personal del Regimiento de Caballería 4”.

Según se indica en la denuncia, en 2020 se habían donado un total de diez focos a la unidad y se encontraban desde entonces en el depósito de mantenimiento. “Se guardaban como repuesto en caso de que los focos actualmente colocados en el Perímetro de Seguridad de la unidad sufrieran algún desperfecto (quemaduras, roturas), abaratando así el costo del mismo”, se indica en el reporte.

Con la misma fecha de la denuncia, la encargada del Departamento Logístico informó a la Dirección de Inteligencia Estratégica que Acevedo –el encargado de retirar los focos– ingresaría una camioneta en el regimiento para buscar los faroles “para el general Gustavo Fajardo”. La encargada del Departamento de Logística detalló que 19 focos habían sido donados en 2020 para el perímetro de seguridad, “de los cuales colocaron nueve, quedando en el depósito diez”.

Días después, el 4 de agosto, el coronel denunciante elevó un nuevo informe a la Dirección de Inteligencia Estratégica con las averiguaciones que realizó con la encargada del Departamento Logístico. Allí reitera que los focos eran para Fajardo y que se informó al encargado de retirarlos que eran una donación a la Esmade.

En diálogo con la diaria, Fajardo señaló que los faroles eran suyos y que los había dejado en un depósito del Esmade porque no le servían. Luego de su retiro, su exayudante Acevedo le recordó que esos faroles estaban allí. “Le dije que no los necesitaba para nada, entonces me preguntó por qué no los donaba a una unidad y le dije que los mandara para Caballería 4”, señaló. Fajardo agregó que se enteró mucho después de la existencia de una denuncia y entiende que se trata de una maniobra para perjudicarlo. Fajardo señaló que los faroles que le pertenecían eran dos y desconoce por qué se dice que se trasladaron cuatro a Caballería.

Ante la Jutep, el grupo de militares denunció que Pereyra, el actual jefe del Esmade, incurrió en abuso de funciones y encubrimiento al no dar un trámite adecuado a la denuncia por el robo de faroles, por lo que estiman que en marzo será convocado a declarar.

A su vez, el coronel que realizó la denuncia fue llevado a la Justicia militar por Pereyra, acusado de cometer el delito militar de insubordinación, al negarse a firmar una investigación que inició Pereyra por el robo de los faroles y en la que determinó que no hubo irregularidades y que los faroles le pertenecían a Fajardo.

Hasta el momento, el juez militar Ricardo Irachet citó a declarar al coronel para ratificar la denuncia y notificó a los denunciados en la causa, quienes comenzarán a ser citados a partir de febrero cuando la Justicia militar retome las actuaciones. Al tratarse de una denuncia por un delito, el caso también será tratado por la Justicia penal.