Este lunes declaró como prueba anticipada un hombre de 85 años descendiente de ciudadanos rusos, a quien le habrían utilizado la partida de nacimiento para falsificar documentación para otorgar pasaportes uruguayos a ciudadanos rusos.

La declaración del hombre fue realizada por videoconferencia desde la sala de audiencia del juzgado letrado de Fray Bentos de primer turno.

La Fiscalía mencionó los nombres de unos 20 ciudadanos rusos que fueron relacionados en la documentación proveniente del consulado, a los que el hombre dijo no conocer y aseguró que nunca viajó a Rusia ni habilitó que su partida de nacimiento fuera utilizada para algún trámite.

En la audiencia estuvieron presentes todos los imputados de la causa, el escribano Álvaro Fernández García, su esposa Patricia Medina, el ciudadano ruso Alexei Slivaev, el excónsul uruguayo en Rusia Stefano Di Conza y su par Gustavo Pliegas.

El nombre del testigo surgió a raíz de la agenda del escribano Fernández, en la que figuran entre sus tareas emitir la partida del testigo y dos de sus hermanos.

A excepción del abogado de Medina, el resto de las defensas decidieron no hacer preguntas. Fuentes de la causa señalaron a la diaria que el testimonio apunta a probar la falsedad de los datos que figuran en la documentación, algo que ninguna de las partes cuestiona.

Según supo la diaria, los excónsules uruguayos Pliegas y Di Conza presentarán documentación que muestra que hay varios documentos que fueron supuestamente firmados por ellos cuando estaban haciendo uso de licencia o fuera de Rusia.

Por otra parte, este lunes se realizó la audiencia de prórroga de medidas cautelares. El juez Alejandro Asteggiante determinó la prórroga por 30 días de la prisión preventiva para el escribano Fernández y Slivaev, tiempo en el que se realizará otra prueba anticipada, también a una persona de origen ruso, a quien le utilizaron su partida de nacimiento para falsificar documentación.

La Fiscalía había pedido la extensión de la prisión preventiva para Fernández y Slivaev por 90 días considerando que “existe evidencia a recabar de mucha importancia que puede frustrarse con la libertad de ambos”.

Fossati dijo que está pendiente una pericia psicológica al escribano Fernández y todavía se está traduciendo la información del celular de Slivaev, dado que luego de la traducción extraoficial se seleccionan aquellos documentos que ameritan ser traducidos oficialmente para que puedan ser utilizados como prueba.

Además, Fossati pidió documentación a Rusia que aún no ha llegado a la Fiscalía, básicamente, los originales relacionados con la investigación. La fiscal señaló que pese a los esfuerzos de la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía, el conflicto con Ucrania está dificultando las comunicaciones con el gobierno ruso y se están investigando los motivos de una transferencia de dos apartamentos por parte de Slivaev a Fernández.