Marcelo Demestoy, gerente de la sucursal de Parque Rodó de Ta-Ta, fue asesinado el 29 de mayo por dos hombres que llegaron en una moto con el objetivo de rapiñar el supermercado. Uno de ellos obligó al guardia de seguridad y al gerente de la sucursal a ir al depósito con el fin de obtener la recaudación guardada. Allí le pegó un culatazo en la cabeza al guardia y el arma, que no tenía seguro, se gatilló, y el disparo mató a Demestoy. Tras este hecho, huyeron robando 4.000 pesos que exigieron en una de las cajas mientras se daban a la fuga.

La Fiscalía de Homicidios de tercer turno, a cargo de Adriana Edelman, investiga el caso. Se hicieron varios procedimientos policiales en la zona 4, en el noroeste de Montevideo, porque los presuntos responsables fueron visualizados en la moto en la zona de La Teja y el Cerro. Entre los procedimientos se hicieron allanamientos en bocas de venta de drogas.

Este lunes de mañana, uno de los dos presuntos responsables de la rapiña que resultó en el homicidio, de 19 años, fue asesinado y torturado en la zona de Melilla, que es parte de la jurisdicción de la zona 4. Su cuerpo apareció semicalcinado.

En paralelo, el otro presunto responsable, de 22 años, también fue detenido en la mañana de este lunes. Se lo detuvo en El Pinar tras una requisitoria que solicitó la fiscal Gabriela Fossati a cargo de la Fiscalía de Flagrancia de 13º turno por su presunta participación en dos rapiñas a otros supermercados.

Tras estos hechos, el Ministerio del Interior indicó que “sería” el sospechoso del homicidio de Demestoy, pero en una rueda de prensa citada especialmente por la cartera, el director de la Policía Nacional, José Manuel Azambuya, y el director de Investigaciones, Juan Rodríguez, brindaron declaraciones en las que no confirmaron que se tratara de la persona sospechosa del homicidio.

Dijeron que creían poder aportar a la investigación del caso de Demestoy poniendo la información a disposición de la Fiscalía de Homicidios. Plantearon que la fiscal aún no le había tomado declaración y que no podían dar más información porque la investigación es reservada.

Según informó la Fiscalía, el detenido fue imputado este martes por dos rapiñas a un supermercado Kinko ubicado en Dufort y Álvarez, en el Prado, a unas cuadras de la plaza Cuba. Una de las rapiñas fue el 24 de enero y la otra el 3 de febrero. Se lo formalizó por rapiña especialmente agravada por la pluriparticipación y por el uso de arma de fuego. Se dispuso su prisión preventiva mientras continúa la investigación de este caso.

Desde la Fiscalía aclararon que si bien es sospechoso de haber participado en el homicidio de Demestoy, la Fiscalía de Homicidios a cargo de Edelman todavía “no tiene elementos ciertos” para imputarlo por el homicidio. Se destacó que “el hecho de que esté cumpliendo prisión preventiva va a permitir profundizar en esa investigación”.

Agregaron que “teniendo fuera de circulación a esta persona, en prisión, se puede profundizar la investigación y, eventualmente, si se logra dar con los elementos necesarios, también imputarla por el homicidio” del gerente de Ta-Ta.

La Fiscalía también consignó que Edelman había librado una orden de detención de la persona que fue asesinada, porque a su juicio sí tenía elementos para imputarlo por el homicidio. Respecto de esta otra persona que fue detenida, reiteró que al momento considera que no tiene los elementos para imputarla por el homicidio. No obstante, entiende que va a poder profundizar en la investigación con mayor tranquilidad de cara a un juicio oral para reunir evidencia de calidad para sostenerla en esa instancia. Dado el tipo de delito, el juicio oral es el mecanismo del proceso penal que se establece, no pudiéndose recurrir a un juicio abreviado.

En el caso de los homicidios muy especialmente agravados, como podría ser este caso, en que se mató a una persona con otro fin, que era el robo, la pena puede ser de 15 a 30 años de prisión.