El gerente de la sucursal de Parque Rodó de Ta-Ta Marcelo Demestoy fue asesinado el 29 de mayo en el marco de una rapiña al supermercado en la que participaron dos personas. Una de las dos obligó al guardia de seguridad y a Demestoy a ir al depósito con el fin de obtener la recaudación guardada. Allí le pegó un culatazo en la cabeza al guardia y el arma, que no tenía seguro, se gatilló y mató a Demestoy. Tras este hecho, huyeron robando 4.000 pesos que exigieron de una de las cajas mientras se daban a la fuga.

Este lunes en la mañana, uno de los dos responsables del hecho, de 19 años, fue torturado, asesinado y prendido fuego en la zona de Melilla. En paralelo, el otro presunto responsable, de 22 años, también fue detenido en la mañana de este lunes. Se lo detuvo en El Pinar tras una requisitoria que solicitó la fiscal Gabriela Fossati, a cargo de la Fiscalía de Flagrancia de 13º turno, por su presunta participación en dos rapiñas a otro supermercado en el Prado, hechos por los que fue imputado y está en prisión preventiva.

El Ministerio del Interior sostuvo que este joven sería el autor del disparo que mató a Demestoy y desde la Fiscalía se indicó que si bien la fiscal Edelman “no tiene elementos ciertos” aún para imputar al hombre por el homicidio, que esté en prisión preventiva “va a permitir profundizar esa investigación” para que “si se logran los los elementos necesarios”, como es la “evidencia de calidad”, pueda ser condenado en un juicio oral. La fiscal también consignó que había librado una orden de detención contra el joven asesinado y que en su caso había elementos para imputarlo por los hechos.

Según supo la diaria, una de las principales hipótesis que se manejan a nivel policial es que el joven haya sido asesinado por bandas criminales que operan en la Zona 4 de Montevideo [noroeste], ya que a partir del homicidio de Demestoy, la Policía desplegó una serie de operativos, incluyendo allanamientos, porque los responsables del crimen habían sido vistos en cámaras entre La Teja y el Cerro. Se presume entonces que el joven fue asesinado para reducir la presencia policial en la zona, lo que fue un compromiso del Ministerio del Interior para dar con los responsables del homicidio del gerente de Ta-Ta.

La madre del joven asesinado fue entrevistada por Telenoche y dijo que colaboró con la Policía para que su hijo fuera detenido y que no conocía al otro implicado en el caso. Sobre el día de la rapiña que resultó en homicidio, recordó: “Mi hijo llega a mi casa alrededor de las seis de la tarde. Muy nervioso, con los ojos llorosos. Le pregunté: ‘Mijo, qué hiciste’”. “Nada, mamá. Nada”, le contestó. “Como madre, una conoce a sus hijos. Le volví a preguntar qué había hecho y me dijo que nada. Me abrazó, me dio un beso y me dijo ‘apretame fuerte, mamá, que tal vez este sea mi último abrazo’. Me dio un beso y salió corriendo despavorido, como un caballo desbocado”, relató.

“No supe hasta el otro día que llegó la Policía de Investigaciones. Nosotros llegamos de trabajar porque somos una familia trabajadora, todos en casa trabajamos. Él tuvo una muy buena educación. No le inculcamos malos valores, sino todo lo contrario. No sé en qué momento de la vida o de las circunstancias o del destino él tomó la decisión de seguir este camino que lo llevó a la muerte”, dijo la mujer en diálogo con ese medio.

La madre del joven asesinado contó que cuando llegó de trabajar “vino la Policía y me mostró el celular, me mostró a mi hijo. Obviamente como madre no puedo negar a mi hijo porque me lo están mostrando y lo vi. Me explicaron, me llevaron a mí y a mi hija para hacernos algunas preguntas. Nos mostraron cámaras en las que mi hijo simplemente estaba sosteniendo la puerta de entrada. Fue todo lo que me mostraron y en todo momento me dijeron que él no había sido el que disparó el arma, que había sido el otro muchacho, al cual yo no conozco y al que nunca en mi vida vi”.

La mujer dijo que no tuvieron contacto y que la Policía iba varias veces al día a su casa. “Lo hubiera entregado porque yo lo quería vivo. Yo sé que lo que hicieron está mal, pero yo lo hubiera entregado vivo, porque a una cárcel le podía ir a dar un beso, pero al cementerio no puedo ir a verlo”, manifestó.

“No sé dónde puede haber estado. Nunca supimos nada de dónde se encontraba ni nada por el estilo”, aseguró la mujer entrevistada por el periodista Leonardo Pedrouza, que concluyó refiriéndose a la familia de Demestoy y al homicidio de su hijo: “Entiendo la situación de la familia que perdió un ser querido, que están pasando por sus peores momentos, y yo estoy igual, solo quiero justicia para mi hijo porque él no merecía morir así. Ningún ser humano merece morir de ninguna manera”. “Lo que más pido es que se aclare su muerte”, subrayó, y aclaró que “los rumores que hay son que mi hijo fue el que disparó el arma”, pero, tal como dijo previamente en la entrevista con base en el material que le mostró la Policía, aseguró que el joven asesinado “no fue el que disparó el arma”. “Si él hubiera disparado el arma, así como le digo que no estuve de acuerdo [en lo que hizo], también lo hubiera dicho”. Y repitió que “lo hubiera entregado”.