La Unión de Policías de la Guardia Republicana (UNIPOLGR) informó que tenía pactada una reunión con el ministro del Interior, Luis Alberto Heber, en la que presentarían una serie de “denuncias graves” respaldadas en “pruebas” contra César Tourn, director de la Guardia Republicana, y su comando. Desde la UNIPOLGR manifestaron que fueron “recibidos por el asesor Edison Casulo de muy mala forma y con mentiras”, y, ante la ausencia de Heber, resolvieron retirarse del lugar.

El sindicato de la Guardia Republicana pidió la remoción de Tourn y de todo el comando que lo acompaña porque aseguran tener “graves denuncias” para presentar, las que no fueron recibidas por el ministro. Además, plantean que no se han resuelto las problemáticas que se han planteado en lo que respecta a “salud mental, transporte, hacinamiento, abuso de funciones, alimentación”.

Tras esta situación, emitieron un comunicado en el que señalan que se ven “en la obligación de presentar” su “postura indeclinable respecto a la gestión del actual comando, que ha demostrado, en hechos concretos, su falta de capacidad para administrar una unidad policial”, definida como “fuerza especial”. Afirman que lo hacen “en virtud de la poca consideración que ha tenido el Ministerio del Interior respecto al diálogo que este sindicato pretendía entablar y poner en conocimiento de las problemáticas existentes” en la Guardia Republicana y “habiendo agotado los medios previamente con el propio comando de la unidad, teniendo como fin único mejorar la calidad funcional y humana de sus integrantes, lo cual ha sido desestimado, de manera directa o indirecta”.

Manifiestan además que se sienten “engañados por el asesor del ministro del Interior”, porque hizo “partícipe de la reunión a una de las partes involucradas en las graves denuncias que se quieren presentar frente a la cúpula ministerial”. Para el sindicato, hay “temas graves que necesitan soluciones urgentes que no resolvieron desde que tomaron el mando”.