Sobre el mediodía de este jueves, se desarrolló la reconstrucción del crimen de Diana Maidanik, Laura Raggio y Silvia Reyes, conocidas como las “Muchachas de Abril”, que tuvo lugar el 21 de abril de 1974. El trabajo fue realizado a partir del pedido de la defensa del militar Juan Rebollo, procesado con prisión domiciliaria por los tres asesinatos en julio de 2022.
En su momento, la investigación judicial confirmó que las jóvenes fueron acribilladas y descartó la posibilidad de que se hubiese generado un intercambio de disparos. Lo ocurrido fue parte de un operativo militar que buscaba detener al militante del Movimiento de Liberación Nacional Washington Barrios, esposo de Reyes, quien estaba embarazada.
Los hechos se desarrollaron en la casa de Reyes, ubicada en el barrio Brazo Oriental, entre las calles Mariano Soler y Ramón Santiago. En los alrededores, donde los vecinos habían colocado moños negros y un afiche que decía “Malvenido, Sr. Muerte”, también estuvieron familiares de las víctimas.
Durante la reconstrucción estuvieron presentes Rebollo, la jueza penal de 23° turno, Isaura Tórtora, y el fiscal Ricardo Perciballe, además de testigos que declararon durante el proceso judicial y la Junta Médica que abordó el caso. El objetivo fue tomar las declaraciones de Rebollo y de los testigos junto a fotografías del espacio.
Aunque el imputado recorrió el espacio y reconoció que había cambios edilicios, luego manifestó que no recordaba nada más. Rebollo fue el primer y único procesado por esta causa, por la que en 2021 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al Estado uruguayo ante su falta de respuestas.
Respecto de las modificaciones en las construcciones, la jueza indicó que se implementaría un detector de metales en las paredes, para identificar si quedó allí algún rastro de las balas. “Se va a dejar constancia en actas para tomarlo en consideración, porque luego esta reconstrucción se va a estudiar con relación a las hipótesis que se manejan en el expediente”, explicó a Telemundo. A la vez, contó que esta es la primera oportunidad en la que se hace un relevamiento interno del lugar en el que ocurrieron los asesinatos, porque hasta ahora sólo se había accedido al exterior del edificio.