Las avionetas que ingresan cocaína a Uruguay pueden cargar entre 420 y 450 kilos. La cifra puede variar, según el peso y la habilidad del piloto. Las grandes incautaciones que se han realizado en los últimos años -por ejemplo, los casos Mutio o Murialdo, pero también otras más recientes, como la de Amberes- han sido por valores múltiplos a esa capacidad de carga de las aeronaves.

Debido a esa reiterada coincidencia, funcionarios de Aduanas que trabajan en el monitoreo de contenedores sostienen la hipótesis de que buena parte de la cocaína que sale desde el puerto de Montevideo, rumbo a Europa, posiblemente haya entrado al país por vía aérea.

El presidente de la Asociación de Funcionarios de Aduanas (AFA), Roberto Valdivieso, tiene una visión crítica del papel que ha tenido el organismo durante las últimas administraciones. El sindicato, sostiene Valdivieso, advierte desde hace más de una década que la Dirección Nacional de Aduanas no cuenta con la tecnología y con los recursos humanos necesarios para combatir el avance del crimen organizado en la región.

“Hoy estamos en el foco de la atención y decir Aduanas es como decir una mala palabra. Pero no hay que perder de vista que nosotros somos un eslabón de una cadena, somos un jugador más del equipo. Hay muchos organismos involucrados en combatir el tráfico ilícito, en el Ministerio del Interior, en el Ministerio de Defensa”, apuntó el sindicalista.

Valdivieso tomó el caso de la última incautación de 2,17 toneladas de cocaína en Amberes para profundizar en su punto de vista: “Sabemos que los budines se compraron en plaza y fueron a Zonamérica. Sabemos que el contenedor pasó por el escáner, se embarcó y que agarraron la carga en Bélgica. Y se está investigando cuándo se contaminó la carga. Pero la pregunta que nadie hace es cómo entró toda esa cocaína al país. Acá no se produce, así que la cocaína por algún lado entra”.

Según el presidente de AFA, mientras persistan estas “fallas sistémicas” que involucran a todos los eslabones de la cadena, el país “va a seguir perdiendo por goleada” ante el avance del narcotráfico. “Los resultados claramente no son buenos. Falta coordinación, hay fallas en toda la cadena. Los servicios de inteligencia deberían prevenir, para eso existen. Pero hoy la realidad es que siempre vamos corriendo la liebre de atrás”, lamentó.

La compra de tres nuevos escáneres, dos para el puerto de Montevideo y uno móvil, a la compañía estadounidense S2 Global, será uno de los hitos más relevantes para la Aduana en los próximos meses. Esta nueva tecnología permitirá escanear unos 180 contenedores por hora, cuando actualmente se controlan 120 por día; en setiembre, las autoridades de Aduanas estimaron que será posible inspeccionar entre el 75% y el 80% de los contenedores que pasan por la principal terminal portuaria del país.

“La diferencia es sustancial y celebramos la compra, más allá de la fecha en la que se terminen de instalar. Pero eso tampoco va a ser la solución mágica, porque los países que tienen tecnología de este tipo tampoco lograron erradicar el problema. Pero es evidente que va a ser mucho mejor de lo que tenemos”, agregó.

Valdivieso estimó que se necesitarán unos 12 funcionarios por turno para manejar esos escáneres, una condición que el sindicato quiere poner sobre la mesa en esta coyuntura, ya que el organismo atraviesa un “proceso de recambio generacional”, en simultáneo a la apertura de llamados para contratar funcionarios administrativos y especializados.

“También celebramos que entren más funcionarios, pero nos parece que no es suficiente, porque necesitaríamos escáneres para todo el país. Nueva Palmira es un puerto granelero muy importante y no tiene escáner; el puerto seco de Rivera tampoco”, agregó.

La puesta en operativa de los tres escáneres también se mira con atención en otras dependencias del Estado que están involucradas en el combate al narcotráfico. Por ejemplo, desde Prefectura Naval han advertido que el aumento de controles en el puerto de Montevideo exigirá que se tomen más precauciones para evitar que los narcotraficantes contaminen los contenedores en alta mar, una modalidad que ya se detectó en algunas operaciones antidrogas.

Investigación administrativa por la carga de Amberes

La Dirección de Aduanas inició una investigación administrativa tras la última incautación de 2,16 toneladas de cocaína en el puerto de Amberes. El contenedor que venía como tránsito desde Zonamérica pasó por el escáner pero la droga no fue detectada y tampoco se realizó un control manual de la carga.

El caso está siendo investigado por la Fiscalía de Estupefacientes y en el sindicato están “expectantes” por los avances de esa causa. “Nuestros compañeros todavía no declararon en Fiscalía y Aduanas está colaborando para que los hechos se esclarezcan cuanto antes. Como sindicato confiamos en la Justicia y en los compañeros que estuvieron en la operativa, porque entendemos que cumplieron con el protocolo. Pero también queremos saber qué pasó y estamos a la espera”, sintetizó Valdivieso.