El homicidio de un policía en el barrio Marconi mientras trabajaba ha generado la reacción del Ministerio del Interior y de los sindicatos policiales en una diversidad de temas, entre ellos, los protocolos, el equipamiento y la seguridad de los trabajadores policiales.

Entrevistada por Doble click, de FM Del Sol, Patricia Noy, presidenta del Sindicato de Policía Nacional (Sipolna), ex Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom), planteó que “hay zonas que son barrios conflictivos donde se ingresa con un apoyo extra debido a la violencia que se puede dar allí”. Dijo que “puede haber protocolos, puede haber infinidad de cosas, pero nosotros los policías nos ponemos la camiseta y queremos realizar nuestro trabajo, tenemos ese afán de concretar”.

Indicó que el homicidio del policía no fue producto de un enfrentamiento directo, sino de personas que desde dentro de una casa le dispararon. “No era un operativo armado, sino que estaban por rutina: concurren al lugar por información específica de un hecho. Les había llegado la información de que habían visto en la zona a un presunto autor de una rapiña. Cuando concurrieron al lugar a hacer los registros, se escuchan las detonaciones desde una finca”, señaló.

Según explicó, “el protocolo dice que hay que esperar el apoyo de otros móviles, pero los compañeros de Investigaciones que trabajan encubiertos pueden venderse dando a entender que son policías”.

Por otra parte, sobre el uso del chaleco antibalas y el cuestionamiento sobre si el policía asesinado lo estaba usando, Noy planteó que “en este caso, como se dijo que el compañero no lo llevaba consigo, eso no fue confirmado y tampoco queremos hacer hincapié en eso”.

“La esposa se comunicó con nosotros y nos dijo que él era sumamente responsable con eso y siempre lo usaba. También nos solicitó que supiera que él estuvo meses pidiendo el recambio del chaleco porque estaba vencido. Luego le dieron un chaleco que le quedaba chico”, contó Noy, que enfatizó en que la pareja del policía asesinado remarcó muchas veces que “él era muy responsable con eso”.

Sobre las herramientas con las que cuentan, Noy afirmó que “la delincuencia ha mutado y se ve un grado de violencia mucho mayor que el de unos años atrás”. “Hace unos años, cuando se empezaron a hacer las incautaciones de armas, se vio que tenían mejores armas, por eso les cambiaron las armas a los policías, porque tenían que evolucionar”, contó.

“Hoy en día, lo que estamos viendo en las últimas incautaciones es que son armas largas, armas de mayor calibre que las nuestras. Esto es una alerta porque la Policía está equipada y todos los policías cuentan con pistolas, [pero] hay que ir acompasando la mutación de la violencia y cómo la propia delincuencia está armada con herramientas [con las] que la propia Policía no cuenta”, desarrolló. Destacó que esta semana tienen una reunión con el ministro para tratar la cuestión de las herramientas.

Respecto de la nocturnidad, Noy dijo que “la noche siempre fue más movida por el enfrentamiento entre las bandas de narcotráfico”. “Hemos visto lo que es el aumento contra los funcionarios policiales. Hace unos años hubo una ola de rapiñas contra policías para robarles el arma y los chalecos. Hemos tenido compañeros que patrullando en algunas zonas son apedreados y se escuchan detonaciones. Eso abre una alerta de que en la noche habría que aumentar el patrullaje, que no ande un solo móvil. Los vehículos que están blindados son los de la Guardia Republicana, pero también se debería considerar que quienes trabajan en la noche puedan tener vehículos blindados para la seguridad de los policías”, dijo.

Los sindicatos policiales rechazan los allanamientos nocturnos. En este sentido, Noy reiteró que “con las herramientas de hoy en día, no sería algo para aplicarse ya hoy, porque no es lo mismo realizar un allanamiento diurno que uno nocturno”.