Para habilitar los allanamientos nocturnos se pretende modificar el artículo 11 de la Constitución, que dice que “el hogar es un sagrado inviolable”. Establece que “de noche nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, sólo de orden expresa de juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley”.

Los allanamientos han sido una herramienta que en el relato se asocia principalmente como procedimiento para el desbaratamiento de bocas de venta de droga asociadas al microtráfico. Son operativos que están regulados, requieren capacitación, entrenamiento y equipamiento, además de una tarea previa de inteligencia y coordinación con la Fiscalía y la Justicia.

Al igual que en la última campaña electoral, en la que se impulsó un plebiscito que fue rechazado por la ciudadanía, los allanamientos nocturnos vuelven a aparecer en la agenda política. Tanto en la campaña de 2019 como en la actual, los sindicatos policiales han rechazado esta propuesta masivamente. Además de hacer foco en que significa un riesgo extra para los policías que participen en estos procedimientos y para las personas vinculadas directa e indirectamente, alertan sobre la actual falta de capacitación al respecto.

Capacitación para la seguridad

Patricia Noy, presidenta del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo-Uruguay (Sifpom), dijo a la diaria que, al igual que se han pronunciado en otras oportunidades, quieren conocer “cómo sería la implementación de los allanamientos nocturnos” y “habría mucho para conversar con el Ministerio [del Interior] antes de realmente tomar una postura fija sobre eso”.

Noy habló sobre la importancia del equipamiento para estos procedimientos. Indicó que desde el Ministerio del Interior les comunicaron que “se compraron 50 miras nocturnas”. Además, destacó la importancia de la capacitación porque “no es lo mismo realizar un allanamiento diurno que uno nocturno”. “Obviamente hay otro ingreso, el allanamiento tiene otra modalidad”, remarcó.

“Nosotros hace más de un año que venimos recorriendo el país haciendo un seminario de supervivencia policial, que son técnicas de esposamiento, reducción de personas, ingresos a la finca, allanamiento y demás, y allí hemos notado la falta de capacitación que hay en el personal”, planteó la presidenta del Sifpom. Enfatizó en que, por lo tanto, “para realizar un allanamiento nocturno habría que realmente estudiarlo y ver la forma de implementación, y que el personal que lo fuera a realizar realmente estuviera capacitado para la tarea, sobre todo por la seguridad de los propios compañeros y de la ciudadanía”.

El allanamiento nocturno deja vulnerables a los policías

Roberto Cardozo, presidente del Sindicato Único de Policías de Uruguay (SUPU), planteó a la diaria que esa organización “está totalmente en desacuerdo con dicha medida” y consideró que “es lamentable que ahora el gobierno salga con una propuesta de este tipo, desconociendo la opinión de los trabajadores”.

Según Cardozo, “como medida para frenar el ingreso de drogas se debería atacar a los grandes cargamentos y luego al menudeo, empezando por votar de una vez por todas la ley de financiación de partidos políticos, dotar de radares a la Fuerza Aérea, de escáner a la Aduana y controlar las cárceles”. Mencionó que no es una solución ir por el camino del allanamiento nocturno: “El allanamiento nocturno deja muy vulnerable e indefenso al policía, que no conoce la estructura que se va a allanar y además se puede utilizar dicha acción por bandas rivales que, vestidos de policías, salgan por la noche a tomar venganza de sus adversarios”.

Para el presidente del SUPU, la Policía no cuenta “ni con el equipamiento ni con la preparación” para realizar allanamientos nocturnos. En este sentido, indicó que “para esto hay que formar grupos profesionales de trabajadores policiales equipados de forma adecuada para dicho fin, debiéndose mejorar el equipo táctico básico”.

Consultado sobre si la nocturnidad es un riesgo extra para los policías, respondió que “es un riesgo demasiado importante”, ya que “el trabajador va a ingresar a un recinto totalmente desconocido, que sólo el delincuente conoce; dichos lugares en su mayoría cuentan con videovigilancia y personal de seguridad”. “Ante cualquier error en el procedimiento, que le cueste la vida a un delincuente o un tercero, todo el sistema y la ley le caerá a ese trabajador policial mal preparado, equipado, entrenado y pago”, criticó Cardozo.

Proteger a los policías y a terceros

Rudeber Buela, dirigente del Sindicato de Policías Agremiados Canarios (Sidepac), compartió con la diaria un comunicado al respecto en el que se expresaron desde el gremio. “Quienes hemos participado en dichos operativos diurnos, sabemos que se dan diferentes situaciones que, en su mayoría, no son felices”, manifestó Sidepac. “Un allanamiento requiere del análisis de la zona y una estrategia planificada para llevar adelante dicha acción”, explicaron, y acotaron que “no solamente se trata de buscar e incautar lo que se encuentra dentro de una finca y detener [a personas] si así lo amerita, hay que tener en cuenta la seguridad de terceras personas, como así la de los propios policías”.

“Este sindicato es abierto a cualquier herramienta legal que contribuya a combatir el delito, pero, en la situación en que nos encontramos hoy, de recortes presupuestales alarmantes, en la que recordamos, a modo de ejemplo, que el Ministerio del Interior lleva más de tres años sin entregar uniformes, entendemos que no están dadas las condiciones presupuestales para tal fin”, afirmaron, y explicaron que “este tipo de operativos requeriría de una iluminación adecuada que contemple más de una finca, el cuidado de familias linderas ante posible intercambio de disparos, y es el horario en el que la población ya se encuentra en su hogar”.

Por eso, entienden que se necesitan “recursos humanos suficientes para contener y brindar las condiciones necesarias para que ese allanamiento sea óptimo” y plantean que “la realidad de Canelones, hoy por hoy, es que hay seccionales que no logran completar una dotación para patrullar su jurisdicción”, y por eso “se recarga a otras seccionales para cubrir los faltantes”. “Se siguen desvistiendo santos para vestir otros, replicándose la misma situación en tantos otros departamentos del interior donde la carencia es idéntica o mayor”, criticaron.

Para el Sidepac, “se habla de soluciones mágicas, pero no escuchamos propuestas para solucionar los problemas existentes que arrastra la Policía Nacional por décadas”. Detallaron: “Nadie habla de la crisis económica que está viviendo el policía en su hogar, donde el multiempleo es moneda corriente; nadie habla del artículo 222 [servicio privado de seguridad] y los beneficios para el que no lo hace y el que lo hace vive una peripecia todos los meses para cobrar, para conseguir horas y ver cómo el propio Estado que le prometió estabilidad económica le saca el pan de la mesa”.

Sobre la capacitación, afirmaron que para los allanamientos nocturnos el nivel “es igual a la capacitación generalizada de todo el personal policial”, tanto jurídica como técnicamente, y que “la realidad que vivimos hoy en materia de capacitación es que la Policía tendría que dar un giro de 180 grados”.

Según el Sidepac, tampoco están dadas las condiciones para sumar allanamientos nocturnos debido a la desmotivación que hay a nivel policial: “Un punto a tener en cuenta es la desmotivación reinante dentro del instituto, que se da por distintos factores: se prometió una mejora en el salario que no se va a cumplir, las condiciones laborales han empeorado, no se ha cumplido con la promesa en materia de vivienda y con la contención y formación en salud mental, que hasta ahora es nula; no queremos ni imaginar lo que pueda llegar a ser ante situaciones de desborde y pérdida del control en un procedimiento de esa complejidad, y sus efectos colaterales”.

Finalmente, desde el Sidepac remarcaron que “esta asociación lamenta que la Policía Nacional se politice, que se haya transformado en un botín electoral, y lo que más lamentamos es que no se aborden los problemas estructurales y de fondo, urgentes y latentes que vive hoy la Policía Nacional”.

Un “disparate”

En representación de los sindicatos policiales de las jefaturas de Canelones y Florida, Eddy Villamil, dirigente sindical que preside en ambos departamentos, dialogó con la diaria. Desde el Sindicato Policial de Florida (Sipolf) y la Asociación de Policías de Canelones (Aspoca) piensan que es “un disparate”. “Modificar la Constitución por una herramienta que no sería aplicable actualmente es una locura, creemos que una vez más el tema es tocado como caballito de campaña”, afirmó Villamil.

“Actualmente no estamos ni preparados, ni con el armamento y equipamientos necesarios”, indicó el dirigente de ambos sindicatos, que agregó: “Todo eso sin detenernos en la falta de instrucción al respecto. No contamos ni con el equipamiento ni con la formación necesaria”.

Villamil entiende que “por supuesto es un escenario totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados y preparados”, lo cual agregaría un riesgo extra para los policías. “Realizar este tipo de procedimientos en la noche duplicaría los riesgos a la integridad física a los funcionarios, pero también a la de terceros”, dijo, y agregó que “en Uruguay no se dan las condiciones para este tipo de procedimientos”. “Pensamos que primero se debe tener una Policía bien paga, profesional y muy bien equipada para hacer frente al principal negocio delictivo y primer eslabón actual de la violencia, que es el narcotráfico”, concluyó el presidente de Sipolf y Aspoca.

Faltan jerarcas capacitados para este cambio

Carlos Piedra, representante de Unipolgr, el sindicato de la Guardia Republicana, planteó en conversación con la diaria que consideran que el allanamiento nocturno es una “herramienta válida”. “Contamos con equipamiento y formación, el personal está preparado para el trabajo diurno”, destacó, y dijo que, de hecho, el Grupo Especial de Operaciones es una de las subunidades “mejor equipadas” de la Policía.

No obstante, señaló que el problema está a nivel de las jerarquías: “Carecemos de jerarcas capacitados para tal dimensional cambio, es una línea muy fina entre lo correcto y el abuso. Hay que estar preparados en todo sentido”.

Señaló que hay que considerar “desde los servicios de inteligencia hasta el entrenamiento nocturno”, y emitió una alerta sobre el manejo interno y los riesgos alrededor de la comunicación: “No olvidemos que con la implementación de pasar las novedades [información sobre eventos policiales] por Whatsapp que utiliza cada dependencia, por orden del Ministerio del Interior, hay una fuga de datos importante que llega al instante a la delincuencia, lo que también hemos denunciado”.