La policía civil de Brasil detuvo al militar retirado Rubinson Rosa Escalante, requerido por la Justicia uruguaya por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura.
Según informaron a la diaria, el fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, había pedido su extradición en el marco de la causa que investiga el asesinato por tortura del militante del Movimiento de Liberación Nacional Edison Marín, ocurrido en junio de 1972 en el Regimiento de Caballería N° 4.
Rosa Escalante, de 82 años, fue detenido en la tarde del martes por la Policía de Nova Friburgo, un municipio de Brasil ubicado en el estado de Río de Janeiro. Según informó el portal NF Em Foco, el militar retirado fue encontrado en una zona de difícil acceso por ser un área montañosa del distrito de Lumiar.
La Policía de Nova Friburgo recibió información de que el militar se encontraba allí y al detenerlo se le incautó un arma que no estaba debidamente registrada. La detención fue informada a la Policía Federal y ya comenzó el proceso de extradición para que el militar sea conducido a Uruguay.
Rosa Escalante, que tenía una orden de captura internacional, con alerta roja de Interpol, deberá responder ante la Justicia por la muerte de Marín, quien fue detenido el 2 de junio de 1972 y trasladado al Regimiento de Caballería N° 4, ubicado en Camino Mendoza. Marín fue uno de los 25 detenidos que se fugaron del penal de Punta Carretas el 12 de abril de 1972, en una acción tupamara organizada desde afuera de la cárcel conocida como Operación Gallo.
El día anterior a su detención, el Servicio de Información y Defensa había pedido su detención por lo que se entiende que fue ese órgano militar que estuvo detrás del operativo en el que fue detenido. Un informe militar de la época da cuenta de que falleció “horas después” de la detención “por causas naturales”.
En una sesión parlamentaria del 5 de junio de 1972, el senador Zelmar Michelini señaló que en el momento en que murió trascendió que ocurrió después de desmayarse, al ser sometido a “un largo plantón” en el centro militar, y que fue trasladado al Hospital Militar donde se constató su fallecimiento.
Michelini cuestionó la falta de información por parte de las fuerzas conjuntas a las autoridades sobre las muertes en los cuarteles: “Las Fuerzas Conjuntas, y el Poder Ejecutivo, tan solícitos siempre para informar absolutamente de cualquier asunto que les parece de importancia, han ocultado, sistemáticamente, la muerte de detenidos, cuando sucede en los cuarteles donde se hallan alojados [...] No entendemos este procedimiento, e incluso pensamos que puede suceder muy bien que el resto de los señores ministros no estén enterados de los hechos, que el propio presidente de la República pueda ignorarlos, porque alguna razón debe haber para que las Fuerzas Conjuntas lo oculten a todo el país”.