La oficina del Comisionado Parlamentario Penitenciario presentó un hábeas corpus para que se brinde atención psicológica a las mujeres que están privadas de libertad en la Unidad 13 Las Rosas, cárcel de Maldonado. La Justicia accedió a este recurso y ordenó al Estado que preste este servicio.
En diálogo con la diaria, Petit contó que en la cárcel de Maldonado “veníamos realizando un trabajo con los delegados, con reuniones periódicas, analizando las necesidades”. Destacó que mantienen “un excelente diálogo con la dirección de la unidad” y que allí se está “desarrollando una cantidad de actividades muy interesantes en el área deportiva y educativa”, a la vez que hacen “un gran esfuerzo para enfrentar el hacinamiento”.
Dijo que, “no obstante, hay algunos vacíos que nos parece que son importantes y que era posible, muy posible, atender”. Aclaró que “combatir el hacinamiento es una política compleja que requiere una cantidad de elementos, como tener más espacios, construcciones, movilidad, mecanismos de control a distancia, cámaras, más personal, técnicos que permitan que las personas circulen y vayan a lugares de más progresividad”. Pero “el punto de este hábeas corpus nos parecía que era una misión absolutamente posible”.
El pedido “tiene que ver con el planteo que nos hicieron en varias reuniones las mujeres privadas de libertad de Las Rosas, que son unas 90 en este momento”, señaló. “Nos plantearon la necesidad de recibir atención psicológica”, remarcó, e indicó que “la gran mayoría de las mujeres han cometido delitos que no son de sangre”. Son “delitos leves, de penas relativamente cortas vinculadas a estupefacientes”, afirmó.
Son mujeres con “hijos a su cargo, que tienen, por lo tanto, una carga emocional muy fuerte”, además de “la incertidumbre, el panorama incierto de futuro, la preocupación por la situación de sus hijos, de su familia”, lo que se suma a que “muchas veces cometieron el delito justamente como estrategia de supervivencia”. “Entonces allí hay una necesidad de apoyo emocional y personal muy importante justamente como base para un proceso de rehabilitación”, subrayó Petit, quien señaló que la cobertura de salud en esta cárcel está a cargo de Sanidad Policial.
El comisionado relató que hicieron la demanda el jueves pasado y que el viernes el Juzgado de Vigilancia de Maldonado de segundo turno se expidió a favor de la demanda, “por lo que Sanidad Policial va a tener que proveer de un servicio de atención psicológica para mujeres privadas de libertad”.
Según explicó, en el desarrollo del juicio, al que se citó a Sanidad Policial y también a la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), “dejó de manifiesto esa fisura que tiene la cobertura del sistema penitenciario, donde hay dos prestadores de salud: ASSE y Sanidad Policial”.
Este es un “tema que creemos que debía ser resuelto”, dijo, y remarcó que es algo “que venimos planteando desde que estamos en la oficina, desde 2015, y no se ha resuelto”. “Es fundamental que haya un solo prestador [de salud] por una cantidad de cuestiones operativas y políticas sanitarias, por tener una unicidad de criterio en los tratamientos, en el encargue de la atención sanitaria, en el intercambio de historias clínicas, entre otros, en el seguimiento de los tratamientos a posteriori”. “Todo eso muestra un punto que ojalá se pueda resolver a la brevedad”, planteó.
La sentencia de hábeas corpus “es además una sentencia indicativa, diría yo, en el sentido de que indica un camino posible; indica algo que debería existir en todos los centros penitenciarios, como es la atención psicológica, y también marca la posibilidad de avances en la medida en que la rehabilitación requiere la fortaleza psíquica y anímica de las personas”, reflexionó Petit.
“Cuando hay depresión, cuando hay desorientación, cuando hay fragilidad en la convivencia, es muy difícil engancharse adecuadamente a las actividades educativas, deportivas, de recreación, o en la simple y sencilla convivencia, que no es tan simple y sencilla cuando hay privación de libertad y hacinamiento”, explicó.
“Esperamos que el inicio de un servicio de atención psicológica allí pueda ser una mejora para todos, y para los trabajos –que, insisto, son muy positivos– que hace el Instituto Nacional de Rehabilitación en Las Rosas, que obviamente enfrenta las dificultades de recursos, el hacinamiento y la superpoblación”, concluyó Petit, quien finalizó enfatizando en que “este servicio puede darle un apoyo de los muchos que necesita”.