El exjefe de seguridad presidencial Alejandro Astesiano consultó con el abogado Ignacio Durán para analizar la posibilidad de revocar la condena que acordó con la entonces fiscal Gabriela Fossati en febrero de 2023, según informaron fuentes judiciales a la diaria.

En los próximos días Astesiano se reunirá con su abogado para ver concretamente cuál es la situación desde el punto de vista jurídico, dado que todo el proceso de negociación del acuerdo y las presiones que denuncia el exjefe de seguridad ocurrieron cuando el representante era Marcos Prieto, por lo que Durán desconoce los pormenores de ese proceso.

Una de las posibilidades sobre la que podrían trabajar, según señalaron las fuentes, es la presentación de un recurso de revisión ante la Suprema Corte de Justicia, pero aún resta determinar si eso es viable desde el punto de vista jurídico.

En Uruguay las condenas por acuerdo abreviado no son apelables ante un tribunal superior, porque se parte de la base de que las partes acuerdan por voluntad propia, por lo que una vez firmado el acuerdo, la sentencia de condena queda firme. En la práctica, el mecanismo -al que se llega en el entorno del 86% de los casos que llegan a la Justicia- es cuestionado por diferentes actores del sistema de justicia, principalmente por el desconocimiento que tienen los condenados sobre esa vía procesal, las renuncias que implica y la forma en que la fiscalía le presenta al imputado la condena hipotética que tendría si no acepta el acuerdo, además del uso de una eventual prisión preventiva si deciden ir a juicio.

Al acuerdo abreviado se puede llegar por iniciativa tanto de la Fiscalía como de la defensa del imputado, siempre que este admita su responsabilidad en los hechos. Luego de cerrada la negociación -en la que se puede acordar una reducción de la pena de hasta dos tercios de la condena que tendría si va a juicio- el acuerdo es validado por el juez de garantías, quien debe constatar que el imputado no fue obligado a firmar y sabe que el acuerdo abreviado implica la renuncia a un juicio oral.

Un ejemplo de ese desconocimiento, dentro del caso Astesiano, fue la audiencia de juicio abreviado del ciudadano ruso Alexei Slivaev, quien alcanzó un acuerdo con Fossati para cumplir una condena de 24 meses de prisión por los delitos de suposición de estado civil y asociación para delinquir. Durante la audiencia, cuando el juez Alejandro Asteggiante le dio la palabra para que ratificara el acuerdo, Slivaev comenzó a negar su implicación en los hechos por los que se lo acusaba, y cuando el juez le advirtió que si no reconocía su participación no podía cerrar el acuerdo, optó por considerarse culpable.

En setiembre de 2022 la Universidad de la República publicó un estudio sobre la implementación del acuerdo abreviado en el que recomendó, entre varios puntos, la habilitación de un mecanismo de impugnación por cuestiones vinculadas con el consentimiento, un mayor contralor del juez de garantías, y evitar presiones psicológicas y la prisión preventiva como pena anticipada.

El vínculo entre Fossati y Astesiano

Durante el proceso judicial que culminó con la condena de Astesiano, el vínculo entre Fossati y el exjefe de seguridad presidencial pasó por varios momentos. Durante la audiencia de extensión de la prisión preventiva contra Astesiano, la fiscal Fossati habló sobre el inicio del vínculo entre ambos, en setiembre de 2022.

“Cuando termina la audiencia de formalización se acerca y me dice algo así como ‘para lo que quiera estoy’; yo ni me quise imaginar qué quiso decir, pero ya estamos viendo de qué tipo de persona estamos hablando. Se dirige en el juzgado a la fiscal con un planteo que es incomprensible, que puede tener todas las interpretaciones del mundo”, comentó Fossati al juez Asteggiante.

Luego, durante la audiencia de juicio abreviado y en anteriores declaraciones en Fiscalía, Fossati elogió la actitud colaborativa de Astesiano con la investigación penal. “En un primer momento él tuvo una actitud negadora, luego evolucionó, a veces proyectaba su responsabilidad en terceros y luego terminó aceptando su responsabilidad, queriendo pagar su pena y queriendo cumplir con la sociedad a los efectos de poder reiniciar su vida”, expresó.

“Las partes hemos conversado, Astesiano ha mostrado a lo largo de estos meses de investigación un cambio de estrategia, en un primer lugar -como era su derecho- fue más reticente, trataba de evadir su responsabilidad, pero finalmente entendió el grado de gravedad de sus hechos, los asumió, se hace cargo y es voluntad de él llegar a un acuerdo abreviado”.

Si bien durante la audiencia de condena Astesiano respondió al juez Asteggiante que dio el consentimiento “libre y voluntario” y que no fue obligado a firmar el acuerdo, en las últimas horas se conoció un intercambio entre Fossati y el abogado Marcos Prieto que fue considerado por Astesiano como una amenaza para que firmara el acuerdo.

Este martes Prieto visitó a Astesiano en la Unidad 19 de Florida del Instituto Nacional de Rehabilitación y al salir relató que en aquel momento, cuando Prieto le mencionó a Fossati la disposición de Astesiano de dirimir su caso en un juicio oral, la fiscal le advirtió las consecuencias que podría traerle en su vida personal.

“¿Usted vio lo que hay en la carpeta? Puede perder mucho más que la libertad, puede perder la familia”, le dijo Fossati a Prieto. El abogado le comunicó esa situación a Astesiano y a su hermano, que refería a unas fotos personales que podrían afectar a su familia.

“Tal vez ahora, con el diario del lunes, veo que tendría que haber usado alguna de las herramientas que podemos tener los abogados cuando sentimos que un fiscal nos está haciendo un comentario fuera de lugar. Yo en ese momento no lo interpreté así”, contó Prieto.