La Plataforma de Infancia y Adolescencia (PIAs) emitió un comunicado bajo el título “No son balas perdidas” ante “los hechos de público conocimiento suscitados en las pasadas horas en el barrio Plácido Ellauri, donde un adolescente de 13 años fue asesinado; dos niños de 10 y 11 años, dos adolescentes de 14 y 15 años y un joven de 18 años fueron baleados”. Desde el PIAs apelan a “un llamado masivo a la reflexión no sólo de la ciudadanía, sino también —y especialmente— al gobierno actuante y sus referentes, a las autoridades designadas para el gobierno entrante, así como a los medios de comunicación y la comunidad toda”.

A través de una campaña de placas en redes sociales que publican cada vez que una niña, niño o adolescente es baleado, desde el PIAs intentan “evidenciar la creciente violencia letal en los territorios que afecta de forma directa a esta población”.

Según indicaron, desde el lanzamiento de la primera placa el 17 de mayo de 2024, hasta la jornada del jueves, 19 niñas, niños y adolescentes fueron asesinados y 23 sufrieron lesiones ocasionadas por municiones de armas de fuego, información que surge del relevamiento de noticias en medios de comunicación y refiere únicamente a niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia letal, “por lo que existe un subregistro en esta cifra; situación que consta a muchas de las organizaciones miembro de nuestra plataforma”, indicaron.

Además, plantean que “es importante resaltar que por fuera de dicho registro están los casos de violencia vicaria, los infanticidios, maltrato, desamparo, violencia sexual, entre otros tipos de violencias de las cuales niñas, niños y adolescentes son víctimas a diario”.

Desde el PIAs alertan que “al momento estamos asistiendo a un escenario donde la violencia alcanza sus mayores índices de crueldad, cobran vidas generando pánico en la población, restringiendo la libre circulación por los espacios públicos y, por lo tanto, también restringiendo el goce de derechos como el acceso a la educación, a la salud, a la cultura y recreación, fragmentando cada vez más los lazos sociales y el sentido de comunidad, promoviendo la ausencia del Estado en los barrios donde se suscitan estos hechos violentos”. “Esta última situación se ve abonada por una política gubernamental de recorte, que ha retirado programas de cercanía de los barrios más vulnerables”, aseguraron.

Para la plataforma, “ante esta situación es prioridad generar respuestas a tan crítica problemática social. En tal sentido, se desconoce cuál es el sistema de información y registro del Ministerio del Interior, de los prestadores de salud, de INAU [Instituto de la Niñez y la Adolescencia], de la educación, entre otros, para dimensionar la magnitud y el impacto de la problemática”.

“Entendemos que es prioritario generar un sistema de información claro que pueda dar cuenta de cuáles son los nudos críticos y problemas que presenta la situación para poder generar estrategias acordes a cada territorio y realidad. Conscientes de que la problemática es compleja, multicausal y requiere de diversos actores y el abordaje de distintas dimensiones, creemos imprescindible implementar medidas que aborden el trauma social, familiar e individual que esta situación genera”, dijeron desde el PIAs.

Según resaltaron, “es notorio que la utilización de armas de fuego y municiones cada vez más letales está generando graves consecuencias en nuestras infancias. Pero, sobre todo y casi exclusivamente, en nuestras infancias y adolescencias más vulneradas, quedando expuestas a diferentes cadenas de explotación”. “Esta situación pone sobre la mesa la problemática del mercado ilícito de armas de fuego y municiones, así como también la incapacidad de la reglamentación existente de regular el porte y tenencia de armas por parte de la ciudadanía”, acotaron.

Por otra parte, “ha quedado en evidencia que ASSE [la Administración de Servicios de Salud del Estado] carece de un protocolo específico para niñas, niños y adolescentes que ingresan al sistema de salud como consecuencia de una herida de bala u otros impactos físicos o psicológicos en el contexto de violencia territorial”. En este sentido, afirmaron que “actualmente este dato no está relevado, ni sistematizado, por lo tanto, se carece de evidencia para establecer acciones concretas que habiliten la creación de mapas de ruta para atender y prevenir la problemática señalada”.

Medidas puntuales

Por todo lo antes dicho, desde el PIAs hacen un llamado a:

  • “Garantizar de forma unánime la vida de todas las niñas, niños y adolescentes de nuestro país. Es responsabilidad del Estado desplegar todas las acciones necesarias para garantizar el cuidado y la protección de nuestras infancias y adolescencias.

  • Comprometer a toda la sociedad, para exigir que las situaciones de violencia territorial lleguen a su fin y que la protección y cuidado de nuestras niñas, niños y adolescentes, y sus familias, sean una prioridad y una responsabilidad compartida.

  • Abordar en forma urgente la problemática de manera integral, interinstitucional e intersectorial. Su complejidad requiere intervención de distintos organismos y de la ciudadanía. Las respuestas punitivas, desarticuladas y sin perspectiva de derechos humanos no ayudan a la resolución del problema y mucho menos garantizan el derecho a la vida de nuestras niñas, niños y adolescentes.

  • Definir cuál va a ser el ámbito institucional que va a abordar esta problemática.

  • Instalar servicios de atención a las familias, reforzando la presencia del Estado en las zonas vulnerables con intervenciones para atender el trauma individual, social y comunitario.

  • Organizar una potente campaña contra el comercio lícito e ilícito de armas y el acceso a ellas. La violencia que viven a diario algunas familias en algunos territorios de nuestro país nos debe alertar y llamar a una profunda y urgente reflexión y acción sobre el tema”.

“Que el cuidado de nuestras infancias y adolescencias sea prioridad nacional. Exigimos respuestas. No son balas perdidas”, concluyeron.

Fernando Olivera, representante del PIAs, dijo a la diaria que resolvieron hacer este comunicado porque “la situación es cada vez más complicada” y la balacera contra niños y adolescentes que ocurrió en Piedras Blancas fue “un límite que desborda todo”. “¿Hasta cuándo vamos a tener esta cosa? ¿Hasta cuándo vamos a seguir con el silencio oficial? ¿Hasta cuándo no van a haber respuestas de parte de los organismos que necesitamos que se pongan en juego en esto?”, cuestionó.

Olivera señaló que es un comunicado que han pensado en sacar, pero por diferentes motivos, vinculados principalmente a momentos políticos, a las elecciones y otras cuestiones de por medio, llega en este momento porque “venimos de un enero con todas las situaciones que se han dado” a lo que se suma esta balacera, la que calificó como una “barbaridad”.

“Por el motivo que sea, sea un enfrentamiento, sea una emboscada, sea lo que sea, hay seis menores de 18 años involucrados en un hecho solo, es una demencia; y es una locura el tema de las armas, es una demencia”, dijo. “Es una búsqueda de preguntas y respuestas colectivas”, remarcó, e insistió en que es hora de “hacernos cargo” de esto.

“Nosotros venimos desarrollando esta campaña hace ya un tiempo. Venimos denunciando esta situación del crecimiento de balas ilegales en los territorios. Venimos denunciando el manejo y uso de armas por niñas, niños y adolescentes cada vez más chicos. Las poblaciones vulnerables son las que quedan más expuestas a todas las situaciones de violencia comunitaria”, planteó Olivera.

El referente del PIAs afirmó que “la respuesta que se ha dado es básicamente represiva y no hay espacios de articulación, no hay respuesta ante la violencia comunitaria, no hay respuesta más que del Ministerio del Interior y hay organismos totalmente ausentes que deberían estar sentados a la mesa”. Subrayó que “este es un tema complejo, debería darse una respuesta compleja, articulada y que involucre a todos los actores que están en infancia, como el Ministerio del Interior, el Ministerio de Desarrollo Social, INAU, [y el] Ministerio de Salud Pública”, indicó. “Necesitamos otros actores que puedan dar otra respuesta”, sentenció.