El Mecanismo de Prevención de la Tortura (MNP) de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensora del Pueblo (INDDHH) presentó el informe Mujeres privadas de libertad: plazas, superpoblación y hacinamiento, que fue elaborado en diciembre de 2024 tras visitar las Unidades 5 Femenino, 9 Madres con hijos, 13 Las Rosas (Maldonado), 20 Salto y 24 Pense (Soriano) a lo largo de 2024.
Desde el MNP adelantan que “si bien se reconocen los esfuerzos realizados por el equipo de dirección de las unidades y sus funcionarios/as, que es necesario enmarcar en el crecimiento sostenido del número de mujeres privadas de libertad y la sobrepoblación o hacinamiento de los establecimientos, se han constatado situaciones de vulneración de derechos que requieren la adopción de medidas”.
La tendencia al crecimiento de las mujeres privadas de libertad se sostuvo en 2024 y se encontró una “sobrerrepresentación” de mujeres primarias, es decir, sin antecedentes penales. “Esto no ha sido acompañado con el correspondiente crecimiento de plazas, más allá de la habilitación de algunos espacios y la construcción de un sector en la Unidad 20 [Salto] que fue inaugurado cuando se estaba procesando el presente informe”, señalaron.
Se identificó entonces, con excepción de la Unidad 9 Madres con hijos, un hacinamiento crítico. “El MNP considera que la habilitación del nuevo espacio en Salto puede ser pensada como una posibilidad para el ajuste entre las plazas, el número de personas privadas de libertad y el de funcionarios/as de la unidad”, plantearon como alternativa para paliar esta realidad.
“La superpoblación existente en la casi totalidad de las unidades monitoreadas viene tensionando la situación de los establecimientos de reclusión en donde se han constatado condiciones inadecuadas en los dormitorios (humedades, falta de vidrios) y deficiencias en las instalaciones eléctricas y sanitarias”, graficaron.
El crecimiento de las mujeres en cárceles
En el informe se afirma que “Uruguay evidencia un crecimiento del número de personas privadas de libertad que ha pasado de 11.834 (de los cuales 695 eran mujeres) en 2019 a 16.064 (1.322)” a mediados de 2024. En lo que respecta a la cantidad de funcionarios, de acuerdo a la información hecha pública por el Ministerio del Interior, el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) cuenta con 3.994, de los cuales 2.229 son varones y 1.765 mujeres.
Que haya más varones privados de libertad ha provocado históricamente una tendencia a la “focalización de la atención en los establecimientos masculinos en desmedro de las unidades de mujeres”. Una situación que relatan que no se ha visto alterada “a pesar del aumento sostenido de la población en los establecimientos femeninos”. Por eso, el MNP consideró prioritario en 2024 “continuar y profundizar el abordaje de la situación de mujeres y mujeres con hijos” ubicadas en Montevideo, Maldonado, Salto y Soriano.
Según estudios internacionales, el crecimiento de las mujeres en cárceles es un fenómeno global. En América Latina, a finales de 2022, existían 95.000 frente a las poco más de 37.000 recluidas en el 2000. “Si se toma como base ese último año, la progresión registra un crecimiento de un 50% de acuerdo a un informe patrocinado por ONU Mujeres, un crecimiento que ha sido proporcionalmente más alto que el de varones”, indicaron.
Se destaca, no solo en Uruguay, el crecimiento de mujeres detenidas por delitos no violentos y de baja gravedad, incluidos delitos vinculados con drogas y “delitos relacionados con situaciones de pobreza y orden público”.
Hacinamiento más que crítico
El MNP reconoció que durante las visitas se “constataba el impacto directo” del crecimiento de la población carcelaria de mujeres sobre las condiciones de alojamiento. Los espacios de tránsito han “mermado” porque han sido ocupados por camas, colchones y mobiliarios. En cada una de las unidades visitadas se relatan las condiciones de cada alojamiento y las carencias encontradas.
El número de plazas más alto que se ha informado fue de 698. En este sentido, el índice de hacinamiento ha superado el 190% a inicios de julio de 2024, y se considera hacinamiento crítico cuando el indicador supera el 120%. En la Unidad 5 Femenino, que alberga en Montevideo a la mayor parte de las mujeres que están presas en Uruguay, hubo un crecimiento de la población ininterrumpido sin que esto se traduzca en la creación de nuevas plazas.
El impacto del hacinamiento
A excepción de la Unidad 9 Madres con hijos, los establecimientos monitoreados por el MNP presentan niveles de hacinamiento crítico que afectan directamente las condiciones de privación de libertad. Según este organismo, “la superpoblación y el hacinamiento repercuten de manera directa en el mantenimiento de los espacios, constatando faltantes de vidrios, humedades, deficientes instalaciones sanitarias y eléctricas”. El MNP ha advertido sobre los riesgos que esto genera para las mujeres privadas de libertad y las y los funcionarios de las cárceles en las que habitan mujeres.
Recomendacinoes al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR)
Con base en el análisis de estas unidades penitenciarias, considerando el sostenido crecimiento de las mujeres en cárceles y la situación de estos establecimientos, el MNP realizó una serie de recomendaciones al INR.
1- “La instrumentación urgente de un plan de ingreso de personal con la finalidad de determinar la relación adecuada entre el número de personas privadas de libertad y los/as funcionarios/as necesarios/as para cubrir las tareas encomendadas a las diferentes unidades penitenciarias”. El MNP entiende que “esto puede constituir un insumo imprescindible para las próximas autoridades, de cara a la elaboración de un nuevo presupuesto quinquenal”.
2- Avanzar en una definición de plaza penitenciaria que contemple las diversas características de la población recluida en las diferentes unidades, con especial énfasis en la situación de mujeres privadas de libertad con sus hijos/as a cargo.
3- Instrumentación urgente de un plan de mejoras y mantenimiento de las instalaciones que permita resolver las condiciones más críticas registradas en las unidades, atendiendo especialmente la situación de la Unidad 5 Femenino, con la finalidad de recuperar espacios destinados a cocinas y comedores en los diferentes niveles, evitando su uso como dormitorios. Concomitantemente, el plan deberá incluir, entre otros aspectos, mejoras edilicias por medio de la colocación de vidrios, reparación de humedades, instalaciones sanitarias y eléctricas.
Recomendaciones para la Unidad 20 Salto
Por otra parte, se vuelve a reconocer la inauguración de un pabellón para mujeres en la Unidad 20 Salto y se plantea que “representa una oportunidad para terminar con los niveles de hacinamiento”.
“Asimismo, corresponde destacar las mejoras que ha representado la incorporación de escáneres corporales en algunas unidades penitenciarias, lo que para la Unidad 20 representaría un avance significativo en lo relacionado a las condiciones de trabajo de los funcionarios policiales, el trato recibido por parte de las visitas y la seguridad en el establecimiento”, señalaron. En este sentido, el MNP hizo dos recomendaciones concretas en relación a este establecimiento, que fueron prever la colocación de un escáner corporal y el empleo del nuevo pabellón de forma que respete las plazas efectivamente disponibles, con la finalidad de evitar los niveles de superpoblación existentes, mejorando así las condiciones de reclusión de las personas privadas de libertad.