El fiscal especializado en Delitos Económicos de 3er turno, Gilberto Rodríguez, recibió en noviembre de 2024 una denuncia penal que presentaron los entonces directores del Banco República (BROU), Leandro Francolino y Pablo Sitjar, por presuntos delitos cometidos por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para el otorgamiento de una línea de financiamiento de nueve millones de dólares por parte del banco estatal.

Los jerarcas –representantes del Frente Amplio y Cabildo Abierto, respectivamente– alegaron que el artículo 177 del Código Penal los obliga a denunciar ante la Justicia hechos de apariencia delictiva. El fondo del asunto, según dijeron, era que la AUF tramitó un préstamo ante el BROU utilizando como garantía un flujo de cuentas a cobrar que 15 días después colocó como garantía para otro préstamo. A raíz de estos hechos, Sitjar y Francolino también solicitaron al fiscal Rodríguez el levantamiento del secreto bancario y pidieron que sea requerida al BROU toda la documentación referida a préstamos, garantías y fideicomisos firmados con la AUF, según informó la diaria en aquella oportunidad.

Siete meses después de la acción penal, la causa “no ha tenido movimientos” a nivel de la Fiscalía, señalan los denunciantes. “Cuando presentamos la denuncia tuve la oportunidad de hablar con el fiscal [Rodríguez] y con su equipo, y se explicaron los motivos de la acción, pero desde ese momento no hemos tenido ninguna comunicación”, lamentó Sitjar el viernes, entrevistado por Telenoche.

La denuncia de Sitjar y Francolino se incorporó a la causa judicial que se había iniciado dos meses antes, en setiembre, luego de que 12 clubes del fútbol uruguayo apuntaron contra las autoridades de la AUF por un presunto desvío de fondos por 25 millones de dólares enviados por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). El directorio del BROU, relató Sitjar, retomó el análisis sobre la situación de la AUF a partir de dicha demanda de los clubes y así fue que detectaron que “los balances no estaban presentados y la empresa tenía patrimonio negativo”.

El caso de la “duplicación de garantías”

En febrero de 2023, el BROU resolvió ampliar la línea de crédito a la AUF de 7,5 a nueve millones de dólares; en el marco de ese contrato de fideicomiso, ambas partes establecieron que el monto de la garantía era de 15 millones de dólares. Así las cosas, la AUF sumó como respaldo los flujos que pagaría la Conmebol por la participación en la Copa América 2024 (en total, terminaron siendo estimados en unos diez millones de dólares).

En la denuncia ante la Fiscalía, sin embargo, los exdirectores del BROU aseguraron que dichos fondos nunca pasaron por el banco estatal ni por su entidad fiduciaria (Renefisa), ya que ambas fueron “bypaseadas” mediante una modificación de una cláusula del contrato de fideicomiso de garantía.

“Se detectó que los fondos venían a las cuentas del fideicomiso desde el Banco Santander Uruguay y llegaban a las cuentas del fideicomiso en BROU vía depósitos por ventanilla (en algunos casos por cajero automático) de cheques millonarios librados por la misma AUF, lo que requería un análisis especial del BROU para confirmar la legalidad del origen de los mismos”, señalaron en uno de los escritos.

Los denunciantes también pusieron sobre la mesa otra situación irregular que perjudicó al BROU y que se pudo constatar a partir de la denuncia contra la AUF que presentaron los clubes. El 4 de julio de 2023 –dos semanas después de firmar el fideicomiso con el BROU– las autoridades de la AUF cedieron a la Conmebol las mismas garantías que habían presentado ante el banco estatal uruguayo.

Las autoridades del BROU tomaron conocimiento sobre la existencia de ese contrato de la AUF con Conmebol por una nota que los dirigentes José Luis Palma (Liverpool) y Ernesto Dehl (Cerro Largo) mandaron al banco el 16 de octubre de 2024, y que también se incorporó a la causa que lleva adelante el fiscal Rodríguez.

“O sea que esa garantía que era del Banco la AUF la cedió 15 días después en la Conmebol. El crédito –que es plata de los ahorristas– se otorga contra una garantía, pero la garantía tiene que estar, no se puede vender dos veces. Me gustaría que cualquier cliente del banco –un empresario, un comerciante, un pequeño productor– vaya y pruebe a poner dos veces la misma garantía, a ver qué hace el banco con su crédito”, dijo Sitjar entrevistado por Telenoche.

Los exdirectores denunciantes también marcaron que cuando se presentó la denuncia de los clubes, en setiembre de 2024, la AUF se encontraba en el Banco Central del Uruguay (BCU) como categoría 4 (capacidad de pago muy comprometida), pero a pesar de eso la línea de crédito por nueve millones de dólares continuó funcionando “normalmente”.