Las tensiones en el directorio del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa) continúan y el conflicto está lejos de haberse arreglado, luego de que el mes pasado el presidente del organismo, Jaime Saavedra, anunciara su voluntad de renunciar al cargo y, tras el pedido del presidente Yamandú Orsi, diera marcha atrás.
La decisión de Saavedra de dar un paso al costado se dio por las discrepancias con el vicepresidente de la institución, Eugenio Acosta (ambos elegidos por el oficialismo), que en varias resoluciones había votado junto con el director de la oposición, el colorado Ángel Fachinetti.
Sin embargo, y a pesar de la intervención del Poder Ejecutivo un mes atrás, la situación sigue totalmente incambiada y eso ha llevado a una cierta “inacción” por parte del directorio y, por lo tanto, al enlentecimiento en las decisiones diarias del instituto, según supo la diaria. Este viernes, El Observador informó que Saavedra contó a varios dirigentes del Movimiento de Participación Popular (MPP) que desde el Poder Ejecutivo le pidieron tiempo para descomprimir la situación, pero que las diferencias son “irreconciliables”.
Las discrepancias
El martes 24 de junio, por la mañana, estaba previsto que las autoridades de Inisa asumieran su cargo, pero la actividad se suspendió. En las siguientes horas comenzó a circular que Saavedra había presentado su renuncia al cargo debido a las diferencias con Acosta, que había sido designado director de Seguridad del Inisa durante la presidencia de Gabriela Fulco y que integra el MPP.
Orsi llamó a Saavedra y le pidió que no renunciara. Posteriormente, fue convocado a una reunión en la Torre Ejecutiva con el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, con quien acordaron que se buscaría resolver el problema que se había dado por las votaciones en contra del director del oficialismo.
Las discrepancias entre Saavedra y Acosta fueron varias y se produjeron en torno a dos temas: la contratación de personal y el abordaje del Inisa en relación con los adolescentes, según informó la diaria en su momento. En una sesión extraordinaria del 13 de junio, a pedido de Acosta, se sugirió contratar a tres funcionarias para cargos de subdirección y coordinación de centros de reclusión de adolescentes. Saavedra se opuso a votar y pidió estudiar las designaciones y someterlas a votación en la siguiente sesión ordinaria.
Sin embargo, a los cuatro días, Acosta promovió una sesión extraordinaria y, junto con Fachinetti, votó a favor de los ascensos. Saavedra dejó fundamentado su posicionamiento en contra en una carta que redactó el día antes de la sesión, en la que señaló que las asignaciones directas de esos cargos irían en contra de los “principios” que promueve su gestión.
Esto está relacionado con otra de las grandes diferencias que existen entre ambos en torno al enfoque que consideran que tiene que tener la institución. Según supo la diaria, mientras que Saavedra apunta a la priorización de los procesos educativos y a lo pedagógico como eje central del pasaje de los adolescentes por la institución, Acosta pone el foco en la seguridad.
Esas dos perspectivas chocan y se han manifestado en decisiones cotidianas, como nombrar de manera directa a funcionarios que trabajan en el Inisa con un enfoque diferente al que Saavedra quiere impulsar o hacer llamados para que ingresen nuevas personas con perfiles orientados hacia lo pedagógico.
Dirigente de Suinau: “Esto no tiene arreglo”
Víctor Mango, integrante de la dirección del Sindicato Único de Trabajadoras y Trabajadores del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (Suinau), dijo a la diaria que la situación continúa “incambiada” porque los dos directores del oficialismo “no tienen relación” y, por lo tanto, hay “una institución que está paralizada desde el plano administrativo por estas cuestiones”.
Mango detalló que desde finales de junio el directorio no ha sesionado, salvo una extraordinaria que se realizó para tratar cuestiones puntuales, y eso está trayendo diversos problemas a los trabajadores. “Seguramente tengamos problemas sindicales, porque hasta ahora no ha sido un problema sindical, hasta ahora es algo entre los dos directores del oficialismo, entre el presidente y el director, que evidentemente esto no tiene arreglo, y vemos al gobierno que no está haciendo absolutamente nada para destrabar esta situación”, sentenció.
El dirigente sindical puso como ejemplo que hay diversos pases en comisión que culminan ahora y hay que abordar “rápidamente, porque si se llegan a ir, va a desestabilizar la institución”, así como hay 300 expedientes que están “trancados”. “A nosotros nos llama poderosamente la atención la pasividad del gobierno, sabiendo que es una institución muy compleja y trabajamos con chiquilines, con adolescentes que están privados de libertad”, sentenció.