El derecho internacional, creado por las grandes potencias para proteger sus intereses, puede ser también, en ciertas circunstancias, un recurso para evitar un genocidio. Eso intenta Sudáfrica al demandar a Israel en la Corte Internacional de Justicia. Gaza también está en el centro de las preocupaciones de las bases demócratas y la población judía de Estados Unidos. En otros escabeles, una privatización de los diferendos Estados-empresas da forma al sistema de arbitrajes internacionales.