La capital uruguaya defendió un tango blanco pero acunó al tango negro. También denostó el tango porteño y lo terminó bailando. Ahora que se queda sin bandoneones, los añora. ¿El tango le ha dado la espalda a Montevideo o Montevideo le dio la espalda al tango? ¿Por qué a Montevideo le ha costado tanto el tango?

Esas son algunas de las preguntas que se hizo Guillermo Garat cuando comenzó a trabajar, a mediados de este año, en el tríptico de notas al que hace referencia la portada de este número; mientras él indagaba en una música de raíces más que centenarias en Uruguay, el doble perfil de Agustín Acevedo Kanopa registraba el momento actual de una corriente joven y en ascenso: el hip hop.

Asimismo, repetimos esa mirada en dos tiempos en asuntos regionales: por un lado, una nota histórica sobre las conflictivas relaciones entre los países rioplatenses desatadas por la Segunda Guerra Mundial; por el otro, una cobertura de absoluta actualidad: la de la crisis humanitaria que vive Venezuela, en este caso, enfocada en la migración más inmediata hacia la vecina Colombia.

El año que se termina fue uno de cambios clave. Esperamos que a lo largo de estos meses hayamos contribuido, en parte, a comprenderlos y a pensar más allá de la coyuntura. A dos tiempos.