Ya perjudicados por la deforestación, los bosques del área son vitales para la regulación climática de América del Sur, e incluso del planeta entero. Por eso, la política medioambiental del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, recibió duras críticas de gobernantes de todo el planeta.
Especialmente fuertes fueron las expresiones de Emmanuel Macron, el mandatario francés, que fue anfitrión de la cumbre del G7 desde el 24 al 26 de agosto, quien llegó a amenazar con vetar el acuerdo Mercosur-Unión Europea si Brasil no aborda la protección de la zona amazónica. Finalmente, el gobierno brasileño dispuso la movilización del Ejército y la Fuerza Aérea para apagar los incendios, al tiempo que la comunidad internacional liberó diversos mecanismos de ayuda. En la imagen, una zona próxima a Boca do Acre, en el estado de Amazonas, el 24 de agosto.