Buenas tardes y muchas gracias por estar acá. Los convoqué a esta reunión porque tenemos que llegar a una solución para el problema que estamos teniendo con nuestro producto MetaVos. Voy a hacer una breve introducción al tema, sobre todo para los asesores legales externos que nos acompañan, que seguramente no conozcan demasiado el producto ni la situación que estamos viviendo. [Carraspea. Toma agua.] Quizás igual hayan oído la publicidad; nuestro equipo de marketing es muy creactivo, sí, lo dije bien, es una combinación de creativo y activo. A nuestra empresa sí la conocen: nos dedicamos a la utilización de inteligencia artificial para la satisfacción del ego humano. Nuestra propuesta de valor nos diferencia porque es ahí donde hacemos énfasis: en soluciones no de confort físico, sino egocéntrico.

Tuvimos un éxito rotundo en el pasado con productos un poco más, cómo decirlo, primitivos. Nos lanzamos al mercado con ExTraer, que, como recordarán, utilizaba el reconocimiento facial y las instrucciones del usuario para eliminar a los exes de las fotos y aplicar retoques para que pareciera que nunca habían estado en ellas. Desde ahí nos volvimos imparables y hemos logrado un posicionamiento inigualable, con ganancias para los accionistas que excedieron hasta las proyecciones más optimistas. Hoy, sin embargo, nos encontramos frente a un aluvión de denuncias ante Defensa del Consumidor que nos preocupa. Nuestro comité de crisis, también aquí presente [señala], está analizando la situación y activando el protocolo de emergencia comunicacional, pero para esto necesitamos estar todos en línea.

Nuestros abogados internos se encuentran apagando los incendios y por eso trajimos refuerzos de afuera mientras buscamos una solución, una que haga desaparecer el problema y que a la vez no represente un impacto demasiado grande para la empresa. Como les decía, en estos días hemos sido notificados de una serie de denuncias ante Defensa del Consumidor referidas a nuestro producto MetaVos. También está empezando a surgir el murmullo en redes sociales, que es lo que más nos preocupa. Brevemente, nuestro producto MetaVos se basa en una inteligencia artificial que crea un clon electrónico de la persona a partir de la lectura de su diario íntimo. La persona nos proporciona el diario o, si no tenía uno, atraviesa una fase previa de tres meses durante la cual se le encomienda la escritura del diario, que luego será analizado por la IA.

El clon electrónico tiene una serie de usos en el metaverso, como sabrán, y parte de la gracia es que puede llevar adelante una serie de acciones e interacciones por su cuenta en paralelo, mientras la persona está actuando e interactuando en el plano real, justamente porque es un clon de personalidad. Tuvimos una excelente experiencia en las fases de testeo y también inmediatamente después del lanzamiento del producto, pero habiendo transcurrido un breve lapso nos enfrentamos a esto. Por lo que hemos podido evaluar, la mayoría de los denunciantes reclaman que sus clones no están actuando como ellos lo harían y que eso les está causando una serie de problemas en el metaverso.

Los problemas más reiterados tienen que ver con exabruptos de ira, celos, envidia, soberbia y comentarios groseros. [Respira.] Ya sé qué me van a decir: que nadie es el villano en su propio diario íntimo. Ahí es donde está nuestro problema real: nuestra IA funciona demasiado bien. Sabe asociar a la perfección todo lo que la persona escribe con la característica de personalidad que hay detrás. Identifica anécdotas de falsa humildad y las categoriza como soberbia, por ejemplo, y le asigna esa característica al clon electrónico. ¿Se dan cuenta?

Estamos siendo denunciados porque nuestro producto funciona demasiado bien. El problema es que eso va contra nuestra propia premisa. No podemos salir a declarar esta verdad sin atacar nuestro objetivo último: el ego de nuestros clientes. Personalmente, soy partidario de reconocer un error que nunca existió y ofrecer una solución tecnológica que lo “corrija” [gesticula las comillas en el aire], pero tenemos que evaluar las implicancias legales y económicas. [Suena el teléfono. Atiende. Susurra.] Disculpen, debo ausentarme un minuto. Mi clon electrónico acaba de orinarse encima frente a una sala llena de los clones electrónicos de sus jefes.