De la política, del deporte, de la ciencia, del arte: en los últimos dos años, les hemos estado ofreciendo entrevistas y perfiles extensos. No es algo tan raro en una revista, pero para nosotros fue un cambio grande, ya que hasta entonces habíamos apostado por otros formatos para nuestras notas de tapa.
Ese “hasta entonces” fueron aproximadamente ocho años, y con esta operación matemática voy a que el próximo número de Lento, el de abril, marcará nuestra primera década. Mucho ha pasado desde entonces, y probablemente de eso hablaremos la próxima.
Saben que nunca fuimos de adelantar contenidos, así que sobre la entrevista de ese número aniversario solamente diremos que —crucemos los dedos— es una que buscamos durante mucho tiempo, con un músico que, nadie puede dudarlo, es desde hace décadas una figura de primer orden en la cultura uruguaya.
La perfilada de este número es una creadora igualmente notable, aunque se le opone en varios sentidos. El lenguaje de Sylvia Meyer está lleno de sugerencias, ambigüedades y observaciones que pueden parecer caprichosas; no busca la comunicación frontal, sino una aproximación poética. Eso también es palpable en los intercambios que mantuvo con Federico Medina, en los que sus respuestas son a menudo tangenciales e indirectas.
Hay también estilos diferentes en las dos “crónicas internacionales” que incluimos en este mundo: en una, el periodista se debate por comprender el evento histórico del que es testigo a pesar de los obstáculos sanitarios, burocráticos, idiomáticos y políticos. En la otra, el tiempo y la experiencia ayudan a darle sentido a un evento ocurrido hace décadas.
Seguimos hablando en la edición cumpleaños.