Es un día frío de julio y, como todas las mañanas, Alan es el primer niño en llegar a la escuela, montado en su yegua Troya. Lo acompaña su madre, Maribel. Viven a 2 kilómetros y, junto a su abuela, crían animales.
Alan Díaz.
Al rato van llegando sus tres compañeros: los hermanos Cardozo. La maestra Marisol los espera con un desayuno de leche caliente y galletas con dulce. Así arranca la jornada de estudios en la escuela rural 91 Estero de Pelota, en la zona de Cebollatí, a 12 kilómetros de la ruta 15, en el departamento de Rocha. La escuela tiene un total de cuatro alumnos que comparten aula, aunque la maestra les da tareas diferenciadas según el nivel.
La maestra Marisol Sosa.
El trabajo del día: sumas y restas, se leyó y comentó el cuento de Horacio Quiroga “Las medias de los flamencos” y luego, entre el almuerzo y la merienda, se habló de la celebración de la Jura de la Constitución.
Marisol Sosa y Melina Cardozo.
La escuela rural promueve y brinda oportunidades de igualdad en la educación a niñas y niños que viven en áreas rurales, alejados de las ciudades, y muchos de ellos recorren grandes distancias para llegar al centro de estudios.
Juan José, Alan, Julieta y Melina con el collage que hicieron de la escuela.
La cocinera María Rodríguez les sirve el almuerzo a Melina, Julieta, Juan José y Alan.
Alan Díaz ayuda a su mamá, Claribel Rodríguez, a curar a una oveja en su casa.
Alan Díaz alimenta a sus gallinas en su casa.
Claribel Rodríguez y su hijo Alan Díaz sobre su yegua Troya camino a la escuela.
Alessandro Maradei es fotorreportero y parte de la diaria desde su nacimiento. Hoy forma parte del staff fijo del diario y colabora con Lento.