Con seis meses de diferencia, Paula Einöder publicó dos libros de poesía: Árbol de arco (baladas) y Para bálsamo de ruiseñores. Ambos tienen puntos en común, pero también sus especificidades. En su poesía, Paula Einöder suele trabajar con tópicos muy clásicos, muchas veces evocando elementos de la naturaleza, pero en los que muchas veces el gran misterio es la creación poética en sí misma. Sin perjuicio de la universalidad de estos tópicos, las emociones humanas (en las que también hay un lugar para el erotismo) se manifiestan con una gran elaboración simbólica sin perder su tonicidad y vitalidad, lo que evita que esta interrogación se vuelva un estéril y poco atractivo ejercicio intelectual metapoético. Pero siempre termina preguntándose en un punto cómo es posible ese milagro, cómo las palabras engendran emociones, visiones, sensaciones de nivel cuasi corpóreo.

El punto fuerte de la poesía de Einöder es su elaboración imaginativa. Especialmente en Árbol de arco, publicado por la novel editorial Deletreo, aparecen varias reelaboraciones de la misma imagen, la del martirio de Juana de Arco, aunque el interés aquí no pasa, obviamente, por su figura histórica. El fuego como elemento purificador, el yo que transmuta y se pierde luego de haber pasado por anteriores mutaciones y reinvenciones (“Me dicen la doncella / me dicen mensajera / yo llevo varios nombres / elige el que tu quieras”), los momentos pasados y futuros que se entrelazan en ese instante decisivo son elementos que juegan continuamente. También se trata de una reflexión sobre la vida, la muerte y la trascendencia, y a través de esta última volvemos a la poesía en sí misma.

Muchas veces se utilizan metros regulares con una rima poco regular pero significativa, evocando, como el subtítulo “baladas” indica, piezas que podrían haber sido tomadas de antiguos cancioneros, en algunos casos con aires de ronda infantil. Esto le da al poemario un clima arcaico, ancestral, que se adecua al carácter arquetípico de las imágenes.

En Para bálsamo de ruiseñores hay puntos en común con Árbol de arco y que hacen al estilo personal de la poeta. La búsqueda de lo universal más que de lo particular, el uso de imágenes muy arquetípicas y elementos de la naturaleza y, como siempre, la interrogación sobre la poesía en sí misma.

En la poesía de Paula Einöder existe una constante mutación o, más bien, transmigración. En Árbol de arco, por ejemplo, el yo lírico toma no sólo la forma de Juana de Arco, sino la del leño que alimenta la hoguera donde será incinerada, que ha transmutado de árbol a leño y finalmente a hoguera. De la misma forma, en Para bálsamo de ruiseñores el yo lírico migra por diversas formas, mimetizándose con el universo que se abre a su percepción (“Cardumen de pájaros / en vuelo acuático / [...] yo misma me transformo / en bosque de bajofondo. / Yo misma me arranco escamas / a velocidad crucero / [...] y compruebo cómo arder / en agua muerta trae aire vivo / para bálsamo de ruiseñores”).

Muchas veces el destino final de estas mutaciones es el poema, la creación, y otra vez volvemos a la interrogación metapoética que es marca de estilo de la autora. El uso de imágenes sensoriales evita que esta interrogación se vuelva excesivamente cerebral o academicista, sin perjuicio de utilizar referencias cultas aunque muy reconocibles, como en este fragmento del segundo poema, titulado sugestivamente “Arte poética”: “trenzarse a golpes / con los hilos de las tres hilanderas / para que se decante / para que recite afilado afinado / en el borde del canto / en la visceral savia del decir / desanudando el tronco de las ramas / la raíz de la copa / tanteando el territorio / para que hable el hada”.

Esta misma carga sensorial se percibe en el aspecto erótico de la poesía de Einöder, con la misma plasticidad y dinamismo: “almuerzo de pantorrillas enlazadas / en el racimo de uvas / almuerzo de brillo / en tus ojos como duraznos / almuerzo de brazos / en la canasta de frutas y semillas / almuerzo en carne viva / en las raíces de tu vientre”.

En ambos volúmenes se encuentra un universo poético muy personal, cargado de simbolismos, sutil y profundo, dotado a la vez de coherencia estilística y elaboración conceptual.

Paula Einöder nació en Montevideo en 1974, reside actualmente en Múnich, Alemania, es licenciada en Letras y profesora de inglés. Obtuvo menciones en los Premios Nacionales de Literatura y en el concurso Juan Carlos Onetti.

Árbol de arco (baladas). Montevideo, Deletreo editorial, 2020, 152 páginas. Para bálsamo de ruiseñores. Montevideo, Yaugurú, 2021, 66 páginas. Ambos de Paula Einöder.