Hace dos semanas, el New York Times publicó un listado de “Los 100 mejores libros del siglo XXI”. Sin entrar en discusiones, podríamos agregar “hasta ahora”, pero, como con todo ranking, las polémicas vienen solas. Muchas objeciones se comprenden o intuyen cuando se lee cómo se realizó la lista: consultaron a “503 novelistas, escritores de no ficción, poetas, críticos y otros amantes de los libros, con una pequeña ayuda de la redacción del suplemento The New York Times Book Review”. Esas personas tenían que elegir diez obras publicadas después del 1º de marzo de 2000, y, muy importante, en inglés (valían traducciones).
La consigna y los convocados, que incluyen unos cuantos nombres notorios entre una abrumadora mayoría de estadounidenses, pueden explicar los innumerables reclamos por omisiones y sesgos que surgieron tras la publicación del ranking. A mí me llamó la atención la enorme preponderancia de la ficción (y dentro de ella, de la novela) frente a la llamada “no-ficción”: 76 a 22. Además, aparecen una sola novela gráfica (la ya clásica Persépolis, de la iraní Marjane Satrapi) y un único poemario (Citizen, de la estadounidense Claudia Rankine, de circulación restringida en español como Ciudadana).
Hay cinco autores de origen latinoamericano: el dominicano Junot Díaz y el argentino Hernán Díaz (que escriben en inglés), la mexicana Fernanda Melchor, más los chilenos Benjamín Labatut y Roberto Bolaño, infaltable. De España, nadie, como constatan con dolor los de El País.
También me puse a pensar en que de unos cuantos de los “autores top” hemos venido escribiendo en la diaria. Lo que sigue, entonces, es una cruza de las recomendaciones del New York Times y las nuestras
1. Elena Ferrante: La amiga estupenda
Se puede acusar de muchas cosas a la lista neoyorkina, pero no de ser poco paritaria: 52 de los 100 títulos fueron escritos por autoras, que además ocupan los tres primeros puestos: Elena Ferrante, Isabel Wilkerson y Hilary Mantel. En la cima, está La amiga estupenda, el inicio de la “tetralogía de Nápoles”, en la que Ferrante aborda la relación de dos mujeres a lo largo de las décadas, así como la historia cultural de su región y su país. Aquí pueden leer la reseña de esa novela que escribió hace unos años Francisco Álvez. También pueden leer la obra misma, gratis, en Biblioteca País. Y, si andan con poco tiempo, sepan que Netflix la hizo serie. Otra cosa: los cuatro tomos de esta saga entraron en el ranking del New York Times.
50. Hernán Díaz: Fortuna
Esta novela me impresionó por la cantidad de ideas sobre el arte y el capitalismo que integra una trama casi detectivesca. Me gustaría hacer un taller o un curso sobre ella. Pero me adelanto: primero léanla, que está en librerías y en Biblioteca País.
83. Benjamín Labatut: Un verdor terrible
Entre relatos y ensayos, las historias de científicos obsesivos que escribió Labatut son una buena puerta de entrada a su universo. La reseña de Martín Bentancor lo explica mejor. También encuentran el libro en Biblioteca País.
11. Junot Díaz: La maravillosa vida breve de Óscar Wao
Exhumé una reseña de 2008 para poder incluirla en este boletín. Recuerdo haber leído algo prodigioso sobre nerds, spanglish e historia latinoamericana. En Biblioteca Ceibal la tienen en formato audiolibro.
7. Colson Whitehead: El ferrocarril subterráneo
El subgénero “novela histórica posmoderna” me atrae mucho. Se trata de ficcionar un evento o un ambiente sin buscar verosimilitud. Esta novela de Colson Whitehead es un gran ejemplo. Aquí la reseña y por aquí, la novela en Biblioteca País.
No quiero aburrirlos...
... así que dejamos para otra vez la exploración de otras obras y autores del ranking: Cloud Atlas, Annie Ernaux y Alice Munro (las Nobel), el libro Postguerra del historiador Tony Judt y otros asuntos que llaman la atención. En todo caso, listas son oportunidades, y a ésta ya la aprovechamos.