El escritor argentino Guillermo Saccomanno ganó la edición 28 del Premio Alfaguara de Novela con Arderá el viento. De acuerdo al jurado, la obra es “una cuidadosa construcción de un deterioro” y “una metáfora distorsionada del espíritu de nuestro tiempo”.
“Más que de grieta, prefiero hablar de lucha de clases. Y creo que la ecuación que mueve este país y este mundo es sexo, dinero, poder. Creo que este es el nudo de la novela”, dijo el argentino, que esperaba en la filial argentina del sello Alfaguara –parte del conglomerado Penguin Random House– el fallo del jurado reunido en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Arderá el viento, como muchas obras de Saccomanno, está ambientada en el balneario de Villa Gesell, donde reside. Es el caso de Cámara Gesell, la que aborda la tortura en la última dictadura argentina y que le valió el premio Hammett en la Semana Negra de Gijón en 2013, y de El viejo Gessell, biografía del fundador del balneario. “Vivo la mayor parte del tiempo en un pueblo costero, Villa Gesell, que vibra y estalla en los dos meses de verano y el resto del año es triste, gris, desierto, como todos los pueblos de la costa. Y si uno para la oreja y presta atención, encuentra que hay historias en todos lados”, explicó Saccomanno.
“En una sociedad en la que parece que el capitalismo avanza rápida y alegremente hacia el abismo, supongo que hay que tener un poco de esperanza. Como decía John Berger: ‘Hay que avanzar con la esperanza entre los dientes’. Y creo que así hay que escribir, con la esperanza entre los dientes”, agregó Saccomanno.
Como escritor, Saccomanno tiene distintos intereses. Es autor de una decena de novelas políticas, y también incursionó en el género erótico junto a Fernanda García Lao en Amor invertido, en el guion de historietas (es el prologuista de la última edición de El Eternauta y autor de una historia del cómic argentino junto a Carlos Trillo) y en investigaciones como Un maestro, biografía del secuestrado Orlando Balbo.
El premio Alfaguara, destinado a obras inéditas en español, consta de 175.000 dólares al ganador. En esta edición compitieron 725 manuscritos: 322 de España, 93 de Argentina, 110 de México, 89 de Colombia, 38 de Estados Unidos, 27 de Chile, 25 de Perú y 21 de nuestro país.
Leila Guerriero y Fernando Arrabal
El jurado del Alfaguara estuvo presidido por el colombiano Juan Gabriel Vásquez y entre el resto de los integrantes estaba la argentina Leila Guerriero. Una semana atrás, ella recibió el Premio Zenda de Narrativa por La llamada, en la que reconstruye la historia de Silvia Labayru, víctima del horror de la última dictadura cívico-militar argentina.
Los Premios Zenda son organizados por la revista Zenda Libros y en esta edición resultó distinguido por su trayectoria el dramaturgo, actor y escritor Fernando Arrabal, uno de los grandes sobrevivientes del surrealismo. Activo a sus 92 años, Arrabal protagonizó recientemente un encuentro tan polémico como hilarante en el programa La revuelta, que conduce el humorista David Broncano.
Federico Ivanier, premiado por la Fundación Cuatrogatos en Miami
Desde 2014, la Fundación Cuatrogatos, dirigida por los escritores Sergio Andricaín y Antonio Orlando Rodríguez, entrega el premio homónimo, dirigido a la literatura infantil y juvenil, para “contribuir a la promoción y la lectura de libros de calidad creados por escritores e ilustradores iberoamericanos”. Cada año, un equipo de lectores selecciona los 20 premiados, a los que se agregan 100 recomendados. El secreto del paraguas rojo, de Susana Aliano y Ana Seixas, Los carpinchos, de Alfredo Soderguit, y Llévame, de Mercedes Calvo y Yolanda Mosquera, formaron parte de la nómina en 2020, 2021 y 2023, respectivamente. Además, varios títulos de autores de estas tierras han sido seleccionados entre los 100 recomendados.
Entre los 20 premiados de esta edición figura la novela Casa durmiente, de Federico Ivanier (Alfaguara, 2023), en la categoría “Para los que se volvieron grandes lectores”. “La búsqueda de la identidad, la relación con el padre, los abusos y el amor se mezclan en esta historia desdibujando las fronteras entre realidad y fantasía en la vida de un adolescente que busca descifrar su pasado y cambiar su futuro”, describe el jurado en la fundamentación.
A esto se suma la inclusión de varios libros con participación de autores o editoriales uruguayas entre los finalistas y entre los 100 recomendados. Entre los finalistas, en la categoría “Para los que empiezan a leer solos”, está Todavía no, de Evelyn Aixalà e ilustrado por Iris Amaya Valencia, publicado por la editorial española Sargantana.
Entre los 100 recomendados aparecen el poemario Coplitas en el bolsillo, de Mercedes Calvo con ilustraciones de Paloma Valdivia, publicado por la editorial mexicana Castillo; En el corazón del río, de Horacio Cavallo con ilustraciones de María Elina, de la chilena Muñeca de Trapo; Fuego rojo, fuego blanco, de Ricardo Alcántara con ilustraciones de Leti Mato, publicado por Loqueleo; y No cualquier montaña, del escritor guatemalteco Julio Serrano Echeverría y el ilustrador mexicano Juan Palomino, publicado por el sello Amanuense, de Colonia del Sacramento.