Este viernes falleció Dorotea Muhr, también conocida como Dolly Onetti, concertista y esposa del escritor Juan Carlos Onetti hasta la muerte de él, en 1994. En 1955 lo acompañó desde Buenos Aires, donde se conocieron, a Montevideo, donde vivieron hasta 1974, cuando la dictadura los obligó a marchar a España.

Aunque tenía una carrera como violinista, la relegó para acompañar a Onetti, cuyos manuscritos transcribió incansablemente. A ella él le dedicó el cuento “La cara de la desgracia”, de 1960. Su epígrafe señala: “Para Dorotea Muhr — Ignorado perro de la dicha”.

En 2007, Dorotea Muhr, nacida en Buenos Aires en 1925 y de ascendencia austríaca, regresó a Uruguay para donar una serie de manuscritos del escritor a la Biblioteca Nacional.

“Dolly murió hoy inesperadamente y en paz en su casa de Olivos, Buenos Aires. Hace pocos meses, después de volver del homenaje a Onetti en la Fundación Benedetti, había muerto su hermana. Sin embargo, hace poco me comentó que planeaba volver a Madrid a festejar sus 100”, dijo a la diaria la investigadora Hortensia Campanella, quien tuvo a su cargo la edición de las Obras completas del escritor uruguayo.

Entrevistas y más

En la diaria publicamos dos entrevistas con Dorotea Muhr: una desde Madrid, en la que se extiende sobre los años que compartió con Onetti, sobre los momentos depresivos de su pareja y sobre su trabajo con los papeles del escritor, y otra realizada hace menos de un año en Buenos Aires, en la que la investigadora María de los Ángeles González dialoga con ella, entre otras cosas, sobre lo que tuvo que dejar de lado al compartir la vida con Onetti.

Además, dimos a conocer un análisis de Campanella sobre la correspondencia de Dolly Onetti.