Durante la sesión del lunes del Municipio de Maldonado, la concejala frenteamplista Irene Gonçalvez transmitió el pedido de varias organizaciones LGBT para que la Intendencia Departamental de Maldonado (IDM) destinara 1% de las vacantes del Programa Oportunidad Laboral a la población trans, así como 4% a las personas con discapacidad y 8% a afrodescendientes. Finalmente, la IDM no cumplió con los cupos establecidos en el sorteo de los jornales solidarios que se realizó el jueves.
Durante su alocución, Gonçalvez fue interrumpida por el concejal nacionalista Óscar Freire, quien expresó: “Es que los negros no quieren trabajar”. Por esta razón, la Mesa Política Departamental del Frente Amplio (FA) decidió pronunciar su rechazo a través de un comunicado. Según el FA, las palabras se enmarcan en la ley Contra el Racismo, la Xenofobia y Toda Forma de Discriminación (17.817), que estipula que las expresiones de odio o desprecio por el color de la piel se configuran como delito.
“Es gravísimo que un concejal -que es un servidor público- desconozca las leyes nacionales e internacionales que el país aprueba. Debe garantizar su cumplimiento. Tampoco es un buen síntoma que el Alcalde de Maldonado y demás concejales del Partido Nacional hayan tolerado estas expresiones, naturalizado el discurso del odio”, indica el comunicado.
En diálogo con la diaria Gonçalvez aclaró que lo grave no es sólo el accionar de Freire en particular, sino la naturalización de los dichos por parte de los demás integrantes del concejo del Municipio de Maldonado, incluido el alcalde Andrés Rapetti.
“El concejal habló en un marco institucional y nadie hizo ningún comentario o aclaración al respecto. Hay un manto y una cobertura del dicho racista”, observó la concejala. Tras la sesión, el martes envió un mensaje a Freire pidiéndole que retirara los dichos, pero el concejal no respondió, según contó.
“Hay una especie de sentido común que también se manifiesta en expresiones como ‘no quieren trabajar’ o ‘son pobres porque no quieren trabajar’, que se utilizaron mucho por parte de la derecha contra las políticas públicas del Ministerio de Desarrollo Social, muchas de las cuales van para madres y niños. Se trata de un sentido común patriarcal y racista”, manifestó Gonçalvez.
La concejala comentó que fue asesorada por la activista por los derechos de las mujeres y de la comunidad afrouruguaya Beatriz Ramírez, que se ofreció para brindar un taller de sensibilización en Maldonado.
Por otra parte, Gonçalvez subrayó que la interrupción de Freire para contradecir su postura no hace parte de la dinámica de las sesiones del concejo. Aclaró que hay que pedir autorización para frenar a un colega mientras está haciendo uso de la palabra, y se hace para “agregar algo o sumar”, no para entrar en un debate. La concejala considera que la interrupción abrupta también representó una actitud machista.
“Preferí que el comunicado fuera emitido por el FA porque es muy importante que levantemos esta bandera. Es un trabajo para la interna del partido, también. Si no ponemos estas cosas arriba de la mesa y las dejamos pasar, es muy difícil que la sociedad cambie”.