En la tarde de este jueves, mientras se discutía en el Senado el proyecto de reforma de la seguridad social, que finalmente fue aprobado, se llevó a cabo una charla sobre la reforma de la seguridad social en el aula magna del Centro Universitario Regional Este (CURE), en Maldonado, en la que participaron los tres directores del Banco de Previsión Social (BPS): el representante de los empresarios, José Pereyra, el de los trabajadores, Ramón Ruiz, y el de los pasivos, Ariel Ferrari.
El encuentro, que contó con una importante concurrencia de público, comenzó con la intervención de Ferrari, quien lamentó la ausencia de “otros actores políticos”. Si bien fueron invitados a la charla los cinco diputados de Maldonado, sólo el diputado por el Frente Amplio, Eduardo Antonini, participó.
Sobre la reforma jubilatoria, Ferrari destacó que en años anteriores se hayan desarrollado políticas que lograron “llevarle a los que menos tienen”. Agregó que durante 14 años el Estado trabajó para que la jubilación mínima no fuera sólo lo que establece la Ley 16.713 de la seguridad social.
Según explicó, con dicha ley el monto de la jubilación mínima en la actualidad sería de 8.000 pesos, mientras que ahora se ubica en 17.263 pesos. “Es insuficiente, pero esa política se discontinuó a partir de 2020, cuando no se dio ningún ajuste; en 2021 se dieron 243 pesos que después se descontaron a fin de año; y en 2022 el presidente de la República anunció, el 18 de abril, que se había disparado la inflación e iba a dar un aumento de 3%, que cobramos recién en agosto, pero sólo fue un ajuste para llegar a fin de año; y en enero, cuando se ajustan todas las pasividades, volvimos a retroceder”, criticó.
El representante por los jubilados indicó que deberían analizarse otros sectores, en los que se aplican “más de 270 millones de dólares en exoneraciones patronales”, entre ellos, “la salud privada y los cultos y religiones”, señaló.
Por su parte, el director del BPS por los empresarios sostuvo que el sistema político tiene una “gran responsabilidad”, ya que la reforma de la seguridad social es un “problema” que se ha prolongado en el tiempo y que “todos” reconocen que hay que hacer.
No obstante, con respecto a la reforma jubilatoria propuesta por el gobierno y que se aprobó este jueves, consideró que “lo grave es cómo baja la media, eso es preocupante; más los años de aportes al sistema financiero”.
Además, según Pereyra, “no se discute” la existencia de las AFAP, “un sistema que fracasa en Uruguay”. Y agregó: “No conozco a nadie que esté de acuerdo con esta receta” que “fracasó en el mundo”.
Entre otros temas, sostuvo que, cuando comenzó su campaña como candidato a representante del sector empresarial, informó a la gente que “estábamos en desacuerdo” con la reforma previsional porque al ver los nombres de los integrantes de la comisión de expertos, pudo observar que “era como un currículum, como si estuviéramos en la actividad privada; currículums de gente que ha fracasado en la seguridad social por acción o por omisión”, sentenció.
Algunos ganan, otros pierden
Pereyra detalló que los “ganadores” de esta reforma de la seguridad social son las “estructuras del Estado, el sistema todo, el socio, que es el sistema financiero y las AFAP”. En cambio, los “perdedores” son “todos los uruguayos, en mayor o menor medida”. “Hay que hacer una reestructura más justa. Si le preguntamos al bolichero, lo único que sabe es que cuando se jubile lo va hacer con una miseria y va a tener que trabajar”, indicó.
Por otra parte, agregó que en el proyecto se colocó un artículo sobre “hipoteca inversa”, algo que había propuesto el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, en 2016. “En la exposición de motivos, el presidente dijo: ‘Presento esto porque las jubilaciones son de hambre’”, recordó Pereyra. Al respecto, dijo que “esto en España está funcionando, es algo para que les sume 3.000 o 4.000 pesos a los jubilados y que puedan hipotecar su vivienda en promedio por 16% de su valor y que la joya de la abuela, si la familia quiere mañana recuperarla, tiene 90 días, pero tiene que pagar por lo que vale”, explicó.
Por último, remarcó que se debe aportar “poco”, para darle la posibilidad a la persona de que pueda ahorrar y desarrollarse; de esta manera, el Estado no tiene que estar “otra vez sacándole la plata” a la gente, consideró. “Necesitamos un sistema más moderno y nuevo”, concluyó.
Por su parte, el director por los trabajadores remarcó que no hubo “suficiente diálogo” en el procedimiento de discusión para llegar a una reforma jubilatoria “justa”. “Cualquiera que conoce la reforma se pronuncia en contra. Es perjudicial para la mayoría de los uruguayos. La gente que no se jubila pero necesita una pensión del BPS también sale perjudicada”, lamentó.
Ruiz sostuvo que “el Parlamento está planteando una reforma de recorte”, que le va a “rebajar el monto a las futuras jubilaciones”. En ese sentido, agregó que “la gente va a trabajar más, va a aportar más, se va a retirar más tarde y va a ganar menos”.
“Los tres [directores] estamos en contra; los de Un Solo Uruguay se manifestaron en contra; los bancarios; los policías dicen que esta reforma los va a perjudicar; los escribamos; los profesionales están en contra; las cooperativas, los estudiantes, los jubilados y los pensionistas”, expresó.
Ruiz añadió que los “únicos” que “aplaudieron” esta reforma de la seguridad social fueron las “grandes cámaras empresariales, junto con las empresas que más recaudan en Uruguay”, que “son las AFAP”. “El año pasado ganaron 12 millones de dólares”, indicó.
Por último, el diputado Antonini señaló que “vamos a tener que trabajar más para jubilarnos con menos”. Asimismo, dijo que el proyecto vulnera “todo lo que debe proteger”, ya que “ataca” las pensiones por viudez, que reciben en mayor medida las mujeres.
“Se le saca lo de vitalicio en amplias franjas y, por ejemplo, una mujer de 35 o 40 años cuya pareja fallece tiene que tener hijos a cargo y que su cónyuge fallecido sea el único ingreso para recibir la pensión por un año”. “Todos los días votamos leyes que hacen que Uruguay sea un poquito peor”, culminó.