Siguiendo los ejemplos de Montevideo y San José, esta semana el Municipio de Piriápolis resolvió eliminar el tradicional certamen de elección de Reina del Carnaval.
La decisión, surgida a instancias del Frente Amplio (FA) y del movimiento feminista de Piriápolis, fue avalada por el alcalde nacionalista René Graña y tres de los cuatro concejales: Marcelo González del Partido Nacional, Mariela Marangó y el suplente Federico Casas, ambos del FA. En contra se expidió la concejal blanca Mariana Márquez.
“Rechazamos enfáticamente y de manera no negociable que un grupo de personas adultas evalúen cuerpos de menores de edad, en cualquier circunstancia y especialmente en un evento oficial”, señaló la mayoría de las autoridades municipales en la sesión extraordinaria del martes 30, según el acta que remitieron a la diaria.
También concluyeron que, “para evitar confusiones y reforzar nuestros valores republicanos”, es necesario “eliminar toda referencia a la monarquía en el destaque a personas en un concurso y una fiesta oficial”.
Fundamentos de la “transformación cultural”
Si bien entienden que los concursos de Reina del Carnaval son parte de la tradición y de la cultura local, las autoridades evaluaron los impactos resultantes de los “estereotipos de belleza hegemónicos impuestos por el mercado de la estética y los medios de comunicación”, especialmente sobre los cuerpos femeninos.
“Desórdenes alimenticios, ansiedad, depresión, inseguridad son aspectos vinculados a no sentirse incluidas/os en un canon de belleza. Premiar estos estereotipos colabora con ese impacto”, consideró el equipo municipal.
También evaluó que, como entidad pública estatal con “la responsabilidad de generar políticas sociales que atiendan a los DDHH, el municipio debe trabajar para eliminar la desigualdad y violencia de género. “Contrarrestar estereotipos y prejuicios de género es un camino necesario para ese fin”, indica el acta.
Otro de los aspectos considerados es “la especial importancia” de contrarrestar la visión del cuerpo como objeto de deseo y mercancía premiable con retribuciones materiales. Con lo cual, erradicar el concurso de reina resulta “una contribución a la lucha contra el abuso, la explotación sexual y la trata, especialmente de niños, niñas y adolescentes”.
Las autoridades piriapolenses consideraron “interesantes” varios puntos de las experiencias desarrolladas en la Intendencia de Montevideo desde 2018 y en la de San José este año. Por eso resolvieron transformar el tradicional certamen oficial en un concurso de figuras del carnaval, individual o grupal.
Cómo será el nuevo concurso
Un jurado integrado por personalidades del carnaval departamental y del colectivo feminista (“si desea participar”) evaluará conocimientos, talento y desfile de fantasía de los participantes en forma individual o colectiva.
Para el concurso individual serán convocadas cuatro categorías de diferentes franjas etarias (hasta 14 años, 15 a 18, 18 a 30 y más de 30), cuyos ganadores serán premiados con el mismo título e integrarán la carroza del desfile.
“En nuestra localidad se identifica una prevalencia de participación infantil y juvenil en estas instancias, de allí que no se proponga eliminar la participación de menores, pero sí promover la inclusión de personas mayores”, puntualizó el equipo municipal.
Por la misma razón, en el concurso por grupos deberán participar un representante de la infancia, adolescencia, juventud y mayores en cada agrupación. Para las autoridades locales, “el hecho de un premio grupal apunta a fortalecer lazos afectivos transgeneracionales y la promoción del trabajo en equipo”.
Las bases de ambos concursos puntualizan que “serán tenidas en cuenta personas de todos los sexos, identidades y expresiones de género, sin establecer categorías al respecto”. También aclara que el concurso no premiará estética personal sino conocimientos y talentos en torno a disciplinas de murga, candombe y escuelas de samba.
Podrá presentarte cualquier persona de cualquier nacionalidad, resida o no en el municipio, aunque quienes habiten en la jurisdicción tendrán un punto extra. La evaluación incluye un ping pong de preguntas y respuestas, individual o colectivo, que priorizará el conocimiento sobre el carnaval departamental.
Por otra parte, cada concursante presentará una habilidad en canto, danza, maquillaje o ejecución de instrumentos, entre otras, en torno a un rubro de categorías carnavaleras.
También deberán presentar un disfraz de fantasía para desfilar, “realizado en forma notoriamente original, con material reciclado o sustentable de bajo costo”; en este caso habrá que exponer su procedencia, autoría del diseño, concepto y elaboración. “Este aspecto promueve la creatividad con conciencia ambiental e inclusiva en cuanto a costos de realización”, justificó el municipio.