Durante la pandemia por coronavirus Andrea Ramagli se fue con su familia a vivir un tiempo en el campo, donde su marido es productor agropecuario. Allí se encontró con los residuos rurales, primero con los bolsones de plastillera donde viene el fertilizante y luego con la silobolsa, que tiene mucha utilidad para la actividad agropecuaria, pero su descarte no siempre es bien aprovechado.

Andrea, que venía del mundo de la comunicación y estaba buscando un cambio en su trabajo, tuvo la idea de reutilizar el material para hacer una funda para tablas de surf, ya que ella y su familia son surfistas y viven hace 15 años en Punta del Este. El material le resultaba similar al de las fundas que se venden en el mercado y comenzó a hacer pruebas.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Cuando se dio cuenta de que el impacto podía ser mayor, se contactó con el programa Sembrando de Presidencia de la República y planteó la idea. Allí la conectaron con una mentora que, a su vez, la contactó con una costurera del medio rural. Con ella comenzó a hacer pruebas y detectó “el segundo problema”: el poco acceso a fuentes de empleo que tienen las mujeres rurales. Entonces el proyecto comenzó a tomar otra dimensión, ya que conectaba el cuidado del medioambiente con lo social.

Andrea contrató a una diseñadora textil y a una diseñadora gráfica, junto con las que armó la marca y la primera línea de productos. “Ahí se fueron enterando otros municipios, otras intendencias, y oficinas del Ministerio de Desarrollo Social me ayudaron a convocar, en distintas localidades, a más costureras”, detalla Ramagli sobre el comienzo de su empresa, Mare Sustentable.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Más de 5.000 kilos de bolsas fueron reciclados en tres años

En el país se usan más de 3.000 toneladas de silobolsas al año. Muchas de ellas son reutilizadas por el mismo personal del campo, ya sea para cubrir superficies o envolver otras cosas, pero mucho de ese material es desechado. “En su mayoría, con las silobolsas se realizan prácticas inadecuadas como la quema a cielo abierto, lo que dispersa dioxinas y furanos, o el enterramiento no controlado. O queda disperso en el medio, presentando un porcentaje bajo de recuperación, contaminando recursos hídricos y suelos”, expone la web de Mare Sustentable como el problema que motivó al emprendimiento.

“Para atender esta problemática es que nace Mare Sustentable. Sin necesidad de pasar por ningún proceso tecnológico, simplemente lavando y secando los residuos podemos crear infinidad de productos”, destaca. En sus tres años de vida, lleva reutilizados más de 5.000 kilos de bolsas como materia prima para confeccionar sus productos, brindando oportunidades laborales a más de 30 mujeres en situación vulnerable ya sea territorial, económica o social.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Foto: gentileza Mare Sustentable.

Quienes proveen las silobolsas a la empresa suelen ser productores rurales que se encuentran cerca de las costureras “para no generar gastos en la huella de carbono trasladando el material”, explica Ramagli. El trabajo con las costureras rurales es constante, haciendo pruebas, productos personalizados y nuevos productos. Una vez al año, junto a su diseñadora textil, hacen un recorrido por todos los talleres, ajustando procesos y mejorando la producción.

Si bien la empresa trabaja mucho con productos personalizados para empresas y regalos empresariales, en su sitio web y en diferentes puntos de venta de Maldonado, el consumidor final puede acceder a un abanico de productos que van desde fundas para tablas de surf, bolsas de compras reutilizables de diferentes tamaños, luncheras y portamates. A través del fondo de Oportunidades Circulares de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), que Mare recibió en 2022, pudieron crear una nueva línea de productos y hacer crecer la colección incorporando ítems como delantales para cocinar, fundas para mats de yoga, para sombrillas y para computadoras, entre muchos otros. También desarrollan productos a pedido de otros emprendedores o empresas y así surgen nuevas ideas.

El último producto que crearon es un portamate y portacelular, todo en uno, para llevar en el auto. “El material es blanco de un lado y negro del otro, usamos los dos, es súper fácil de limpiar, resistente, impermeable, y creo que lo que nos caracteriza es que los productos tienen un alto nivel de detalle en la calidad de confección, es un desafío que año a año buscamos mejorar”, remata la emprendedora.