Durante las elecciones nacionales del domingo 27, un total de 70 voluntarios repartidos en torno a diferentes circuitos de Maldonado consiguieron reunir las firmas que faltaban para presentar ante la Junta Departamental la iniciativa de prohibir el desarrollo de cualquier tipo de edificación en los padrones que componen la Sierra de la Ballena.
La realidad superó toda expectativa. Las organizaciones y colectivos que integran el movimiento No al Proyecto Punta Ballena esperaban conseguir unas 8.000 adhesiones, pero reunieron 11.300. Sumadas a las 13.000 que ya tenían, alcanzan el 15% del padrón electoral de Maldonado que necesitaban.
“Lo de ayer fue impresionante. No dimos abasto, la verdad, todo el mundo quería firmar y no nos dieron las manos”, resumió a la diaria Alejo Moreira, estudiante y miembro del Centro de Estudiantes de la Licenciatura en Gestión Ambiental del Centro Universitario Regional Este (CURE).
Si bien las firmas necesarias son 23.000, las agrupaciones quieren conseguir “un buen colchón de firmas” extras, ya que algunas pueden ser anuladas o desestimadas por la Corte Electoral, órgano responsable de verificar que todas las firmas estén correctamente adjuntadas.
Es por esto que, durante la jornada del balotaje el 24 de noviembre, se repetirá esta acción, cambiando de circuitos. “Si somos más o menos la misma cantidad de voluntarios, creo que vamos a llegar a nuestro objetivo de firmas”, declaró Moreira.
Para Sandra Corbo, vocera de la Red Unión de la Costa, la movida durante el día de las elecciones fue “fructífera”. “Nos dimos cuenta de que la reacción de la gente de Maldonado es que no quieren el proyecto”, dijo a este medio. “Todos los voluntarios nos fuimos con la sensación de que Maldonado quiere que se declare área protegida; la gente corría a firmar con mucho entusiasmo”, agregó.
Los firmantes comentaban con los voluntarios que al “Lomo de la Ballena” iban a pescar o a ver la “magnífica puesta de sol”, a tomar mate, a hacer pícnic junto a sus hijos. “Punta Ballena es de la gente, trabajar en conjunto con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas es el camino”, remarcó la vocera.
Corbo destacó la solidez y buena organización del equipo de trabajo que hace casi un año intenta evitar que se construya en la Sierra de la Ballena un conjunto de 29 edificios. Si el Ministerio de Ambiente rechaza este desarrollo privado de forma definitiva, quieren asegurarse de que el lugar sea preservado.
Respecto a cómo seguirá el proceso cuando se validen las firmas, Moreira indicó que un “equipo estratégico” está evaluando cuál será el mejor momento para entregarlas a la Junta Departamental. Podría ser antes o después del receso estival.