En el marco del ciclo de conferencias de la Unidad de Ciencias Ambientales Francisco de Asís, el director del Área Protegida de la Laguna Garzón, Andrés Fernández, brindará la charla “Los bosques costeros: su importancia y el desafío de su conservación”. La cita será el próximo miércoles 3 de abril a las 18.30 en el museo Mazzoni de Maldonado, con entrada libre y gratuita.
Por otra parte, el sábado 6 de abril a las 16.00 se realizará una visita guiada con guardaparques por uno de los senderos de la laguna Garzón, en el marco de las celebraciones por el Día Internacional de los Bosques. El objetivo de esta visita es dar a conocer la biodiversidad de los ambientes psamófilos, tener contacto con el ecosistema y poder realizar un buen avistamiento de aves con equipo técnico especializado que brindarán los guardaparques.
“El público que se acerca a estos senderos guiados es diverso. Por ejemplo, en febrero tuvimos un grupo grande que vino especialmente desde Montevideo para observar el área, y en verano recibimos muchos turistas extranjeros. Los senderos guiados están abiertos a todos y convocamos especialmente a los vecinos de la zona que se acerquen y puedan informarse y conocer mejor el estado del área”, explicó a la diaria Andrés Fernández.
La particularidad de esta laguna y una de las razones por las cuales fue considerada área protegida es que contiene diferentes tipos de ambientes psamófilos, es decir, enraizados en la arena, como son el herbazal, el matorral, bosque en buen estado y un fuerte componente de aves.
Sequía y cambios en el sistema dinámico de las lagunas
Históricamente la laguna ha sido un espacio donde diferentes actores, como pescadores locales, deportistas y vecinos, realizaban diferentes actividades recreativas. Desde principios de 2022 comenzaron a notar un fuerte crecimiento de una planta acuática nativa enraizada al sedimento que comenzó a crecer de forma invasiva y a cubrir la superficie de la laguna. Lo que es de sentido común –el imperativo de preservar las especies nativas– comenzó a ser un problema entre los actores de la zona, quienes expresaron su preocupación al ver afectada su vida diaria y su trabajo.
Las lagunas costeras cuentan con una biodiversidad que se compone de un sistema dinámico por su conexión constante con el mar, donde cada tanto, debido al crecimiento de la laguna, se abre la barra hacia el océano, intercambiando agua salada con agua dulce, favoreciendo el funcionamiento y la conservación del ecosistema de forma natural.
A raíz de la enorme sequía que vivió el país en 2023, la más grande de los últimos 50 años, el déficit hídrico severo hizo que la laguna no alcanzara a conectarse con el mar y que esta conexión tuviera que empezar a hacerse de manera manual y mecánica.
Desde hace cinco años, la apertura se hace según la demanda de los pescadores y del campo, y hace algunos años el Ministerio de Ambiente comenzó a controlar las decisiones y a abrirla con menos frecuencia. La última vez fue hace un año y medio. Al no ingresar agua salada, la laguna se dulcificó brindando una situación favorable para esta planta que no tolera la salinidad y explotó su crecimiento. El exceso de nutrientes por falta de agua salada, que puede ser visto como algo positivo, también alimenta a las plantas y puede generar el crecimiento de la cianobacteria.
Desde entonces, la laguna cuenta con un monitoreo constante. “Estamos en una situación sin precedentes”, informaron a la diaria vecinos de la zona. No hay registro de que haya pasado esto antes.
Algunos ganan y otros pierden
La pesca y los usos turísticos han resultado perjudicados por el sobrecrecimiento de esta especie, y han tenido que suspender sus actividades y trasladarlas a otras áreas. Por otro lado, la diversidad de aves que se acercaron a la laguna tuvo un crecimiento como nunca antes, por lo que el área protegida se transformó en un espacio de mayor riqueza para la fauna.
“El último reporte que tengo es que un 50% de la laguna está invadida por plantas”, reportó a la diaria Lucía Bartesaghi, directora del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Aparentemente con los fuertes vientos de la última semana algunas plantas se fueron desraizando y se acumularon en algunas partes de la laguna. Sin embargo, si bien es un área natural que se encuentra en cambio constante, los datos indican que la mitad de la superficie del agua se encuentra cubierta.
“Desde principios de 2022 estamos atentos de forma activa con asesoramiento desde el punto de vista técnico por el CURE. Además, contamos con un monitoreo permanente e intenso del equipo técnico del área, de la calidad del agua y del sedimento, y análisis satelitales por posibles afloraciones de cianobacteria”, agregó la directora del SNAP.
La solicitud de los privados para cosechar ellos mismos la planta y poder despejar la zona para realizar deportes náuticos llegó finalmente en marzo, luego de terminada la temporada estival, y el ministerio está evaluando tomar esa actividad.
“Ahora con las lluvias se está incrementando el nivel de la laguna, estamos con un metro de profundidad, por lo que se está evaluando adelantar la apertura para favorecer el intercambio, pero todavía no hay novedades” agregó Bartesaghi. Además, comentó que se está trabajando en un borrador para un protocolo de apertura artificial más amplio que no dependa caso a caso de una resolución ministerial, y poder actuar a nivel general, como existe por ejemplo en la Laguna de Rocha.
Esta semana habrá una sesión privada específica del área protegida en la que se va a abordar la preocupación de los vecinos y de la protección del área, presidida por el Ministerio de Ambiente y el Centro Universitario Regional Este, entre otros actores. Según indicó la directora del SNAP, será una instancia importante para continuar asesorándose y poder tener un panorama más claro frente a posibles resoluciones.
El asunto es cómo manejar esta situación que tiene en vilo a un buen número de lugareños y visitantes que desarrollan allí sus actividades durante todo el año.
Mientras las investigaciones continúan, en un tema que no es lineal sino que tiene varias aristas, actores favorecidos y otros desfavorecidos, lo que prima es cuidar el área natural pero también respetar a quienes lo habitan. En este contexto, las actividades que se proponen para la semana próxima buscan informar a la población local y generar conciencia.