La Fundación Fénix comenzó a funcionar en setiembre de 2019, inspirada en el proyecto Espartanos de Argentina, una iniciativa con más de 15 años de experiencia en la reinserción social a través del rugby. Gonzalo Mieres y otros dos miembros del Lobos Rugby Club de Punta del Este conocían este modelo y decidieron adoptarlo en Uruguay. 

Tras asistir a una charla del fundador de Espartanos, Eduardo Coco Oderigo, en Montevideo, se animaron a dar el primer paso. Convocaron a un pequeño grupo de personas que se sumaron gradualmente, incluyendo a un exmiembro de Espartanos que se había mudado a Uruguay. Este equipo inicial se dedicó a enseñar rugby en la cárcel de Las Rosas.

Con el tiempo, el proyecto se enriqueció con la incorporación de talleres de emociones, espiritualidad y arte, entre otros. Mieres dijo a la diaria que no solo se enfocan en el deporte, sino en brindar una formación integral que prepare a los internos para una reintegración en la sociedad. Por eso empezaron a trabajar también en la salida de las personas que recuperan su libertad: “A veces necesitan cosas muy básicas y también tratamos de resolver eso, pero nuestra óptica es no resolverle los problemas, no actuar desde el asistencialismo, sino acompañarlos en su aprendizaje a resolverlos por sí mismos, transformarse en personas autónomas, independientes y fuertes”, añadió.

La iniciativa ha crecido y se ha diversificado, ampliando su alcance a la población femenina de la cárcel de Las Rosas, donde adaptaron el proyecto al fútbol debido a las condiciones del patio de cemento. “Se ponen en la cabeza un objetivo, un desafío, algo sano. Dejan el consumo, incluso muchos dejan hasta de fumar, que es algo muy del día a día porque para pasar el tiempo. Ahora el deporte les ayuda a pasar el tiempo”, destacó. 

Añadió que 25 de las 80 mujeres privadas de libertad juegan al fútbol. “Es un porcentaje alto de la población femenina”, opinó. Entre los varones, 40 juegan al rugby, pero hay unos cuantos en lista de espera. “Las canchas nos limitan porque son chicas. Estamos trabajando ahora con las autoridades e incluso con la intendencia para hacer una cancha grande”, señaló. La aspiración es poder trabajar con más de cien jugadores. 

En expansión

La Fundación Fénix también está trabajando en la construcción de la Casa Fénix en Maldonado, que tendrá un gimnasio y una capilla, como un espacio de medio camino para apoyar a los exreclusos en su transición hacia la libertad. “Vamos a tener un lugar donde dormir, vestuarios para poder también hacer rugby, habrá una canchita y aulas de formación”, explicó Mieres. 

Este proyecto busca abordar las cinco áreas fundamentales: formación deportiva, oficios, tratamiento de adicciones, desarrollo emocional y espiritualidad. “Todo junto en un solo espacio”, señaló Mieres, destacando la importancia de ofrecer un apoyo integral durante el periodo de transición hasta que los liberados puedan adaptarse y conseguir sus propios recursos. 

Mieres confirmó que ya están en marcha proyectos de expansión en otros departamentos. A finales del año pasado, se estableció Fénix de Minas en la cárcel de Campanero, donde trabajan con alrededor de 25 chicos y toda la población femenina en dos grupos, gracias a la dedicación de varios voluntarios. 

En Rocha, la implementación ha sido más desafiante debido a la falta de cultura de rugby en comparación con Minas. Sin embargo, un exrecluso de la Fundación “ahora hace cuatro años que está en libertad, no ha recaído nunca en delito, y ya tiene una familia, tiene un trabajo, tiene una leñería que funciona bien. Él va por voluntad propia todos los miércoles; ahora justo es temporada alta de la leñería; a veces no va, pero va los miércoles a dar rugby a Rocha. Ahora está devolviendo lo que él recibió en su momento”, subrayó. 

Una muestra de lo logrado se verá este sábado en el partido en el que Fenix y Espartanos, previo al enfrentamiento entre los uruguayos de Los Teros y Los Pumas de Argentina en el Campus de Maldonado.