Buena parte de la flota del transporte público departamental circuló bajo múltiples infracciones durante 2023, de acuerdo a los informes de la Intendencia de Maldonado (IDM) que recibió el edil Juan Urdangaray (Seregnistas-Frente Amplio) en diferentes solicitudes. Tras sintetizar los datos oficiales durante la sesión de esta semana en la Junta Departamental, el edil expuso sus conclusiones a la diaria.

De acuerdo a la IDM, en 2023 circularon en Maldonado 122 unidades de transporte colectivo pertenecientes a seis empresas. Dos firmas sólo tienen adjudicada una línea cada una, mientras que el resto de los recorridos –en los que se da el mayor flujo de pasajeros– se concentra en cuatro empresas que cuentan con 104 unidades (93,6% de la flota).

“En promedio, las unidades datan de 2008. Sin embargo, la normativa establece que, para circular en el tramo urbano, no deben superar los 15 años de antigüedad”, observó el edil. “Uno de los datos que más llaman la atención” es que “casi un 29% de los ómnibus circularon en 2023 sin la inspección técnica reglamentaria (Applus, antes conocida como Sucta) o la tenían vencida”.

Urdangaray también determinó que uno de cada cuatro ómnibus (25%) circuló sin extintor de incendios o lo tenía vencido; un 41% tenía el parabrisas roto o en mal estado, mientras que casi un 90% de la flota carecía de aire acondicionado, entre otros factores que, a su juicio, “determinan el alejamiento de los usuarios del sistema”.

Guscapar es la empresa con menos observaciones, aunque en promedio es la que cuenta con la flota más antigua (2004) y recientemente incorporó un coche accesible que “es importante para Maldonado”.

Maldonado Turismo y Micro Ltda: “Las peores”

Las que presentan “peores números y mayor cantidad de observaciones” son Maldonado Turismo y Micro Ltda, señaló el edil. “Codesa también tiene algunos datos alarmantes –como que la cuarta parte de sus unidades son de la década de 1990–, aunque en estos últimos meses ha incorporado varios coches nuevos, incluso el primer ómnibus eléctrico al sistema”, destacó.

En este sentido, el edil reconoció que los empresarios “están innovando”, aunque la perspectiva para subsanar las irregularidades este año y los próximos es “incierta”. Entiende que “la IDM no tiene un plan para los próximos años” y que “hay mucha improvisación y falta proyección”.

Urdangaray no soslayó el cruce de responsabilidades entre la IDM y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) para exigir que las empresas circulen de acuerdo con la normativa.

“La IDM controla que estén en regla, pero cuando hay infracciones no actúa porque entiende que es responsabilidad del MTOP, mientras que el MTOP dice que es la IDM la que debe impedir la circulación. No se ponen de acuerdo y, mientras tanto, los usuarios siguen viajando sin garantías”, comentó el edil.

“Todo esto debilita el transporte público. A estas características hay que sumar la falta de higiene, ventanas que no cierran, asientos rotos, lo que genera que los usuarios se bajen del sistema. Todo esto es responsabilidad directa de la IDM”, sentenció.