El Centro de Rehabilitación Maldonado (Cerema), “de referencia nacional con impacto internacional” en el tratamiento de personas con lesiones cerebrales y de médula espinal, atraviesa una difícil situación financiera. Días atrás, en el contexto del análisis del presupuesto nacional, una delegación de su comisión directiva honoraria se presentó en la subcomisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados para exponer esa realidad y también el alcance de las tareas que desarrolla, con la esperanza de que es incremente el subsidio que aporta el Estado.
Así, el director Gustavo Borthagaray presentó algunas estadísticas. Fundado en 2010, el Cerema ofrece atención integral a más de 300 pacientes mayores de 15 años con secuelas por lesión de médula espinal (LME) y agravio encefálico adquirido (AEA), de gravedad moderada a severa. Se especializa en la rehabilitación física, psicológica, del lenguaje y cognitiva, y cuenta con un equipo multidisciplinario.
Borthagaray informó que el “51% de los pacientes tienen AEA, la mayoría por traumatismo de cráneo o por ACV [cccidente cerebrovascular]”, el 15% se asiste por lesión medular y el 34% llega por “misceláneas”. El 90% de los casos severos o graves corresponden a pacientes adultos.
El 60% de los pacientes proviene de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y se atiende gratis, mientras que los restantes corresponden a instituciones de salud privadas y deben pagar el servicio. Anualmente, Cerema realiza entre 12.000 y 13.000 asistencias anuales.
Déficit de un millón de pesos
El centro funciona en la capital departamental, por medio de un comodato con la Intendencia de Maldonado (IDM). Las instalaciones cuentan con dos gimnasios grandes –que disponen de grúas de techo para trasladar a pacientes en silla de ruedas–, una piscina con un diseño similar, y equipamientos para la rehabilitación con arneses. La IDM contribuye con 3.000.000 de pesos anuales y tres funcionarios.
Además, el Cerema mantiene un convenio de gestión con los ministerios de Economía y Finanzas y de Salud Pública (MSP) que, por ley presupuestal, aportan 4.700.000 pesos, a los que se suman 1.300.000 pesos que aporta ASSE. Esto se mantendrá durante el gobierno nacional actual, según confirmó el diputado frenteamplista por Maldonado Joaquín Garlo durante la reunión.
En tanto, los aportes percibidos por la atención a pacientes de la salud privada rondan los 2.500.000 pesos, un monto que varía según la demanda de servicios y el poder adquisitivo de quienes los requieren. Otros ingresos corresponden a campañas públicas de recaudación y eventos. En total, los ingresos suman 12.800.000 pesos, dijo el director.
Informó que las cuentas, con base en el flujo de fondo real hasta agosto y el proyectado a diciembre, revelan que actualmente la institución tiene un déficit cercano al millón de pesos. Por eso, Borthagaray solicitó en la comisión parlamentaria que “se mantengan las dos partidas públicas del presupuesto nacional y se incrementen”.
Tres patas: asistencial, académica y de investigación
Por su parte, Graciela Borelli, médica rehabilitadora que trabajó durante diez años en el Cerema y ahora forma parte de la comisión directiva, dijo en la comisión parlamentaria que el centro tiene tres cometidos: la asistencia, la formación de médicos especialistas en rehabilitación –mediante un convenio con la Asociación Académica del Hospital de Clínicas– y la investigación.
En 2024, el Cerema fue designado por la Sociedad Internacional de la Médula Espinal y por la Asociación Latinoamericana y Caribeña de la Médula Espinal para integrar un plan piloto del Programa Toll Kits con el objetivo de “generar herramientas de evaluación para personas con lesión medular”. En julio de 2025 su equipo presentó la primera experiencia en San Pablo, Brasil, tras un año de trabajo.
“Frente a otros centros de América del Sur, tenemos una proyección comunitaria muy fuerte, tanto en la parte educativa como en la integración de nuestros expacientes, muchos de ellos hoy reintegrados al ámbito laboral y educativo”, aseguró Borelli. A su vez, comentó que el Cerema colaboró en el “asesoramiento edilicio y en la formación del equipo técnico” del Centro de Rehabilitación Física del Sur (Ceresur).
Por otra parte, informó que, de acuerdo con el segundo relevamiento nacional sobre servicios y recursos de rehabilitación en salud física, presentado por el MSP a fines de julio de este año, “los dos únicos centros de rehabilitación de niños y de adultos, Cerema y Teletón, están fuera del Sistema Nacional Integrado de Salud”.
Falta de dinero impide duplicar la cantidad de pacientes
La diputada del Frente Amplio por Maldonado Mary Araújo mencionó que el Cerema no sólo atiende a pacientes de Maldonado y la región. Algunos llegan desde lugares tan alejados como Artigas y también desde el exterior. “Son de los pocos que pagan”, señaló, para explicar que “un 2% paga la tarifa de 150.000 pesos”, además de “entre 30.000 pesos y 40.000 pesos una rehabilitación de índole profesional, técnica, humana, psicológica para poder reintegrarse a la vida”.
También dijo que el centro “podría asistir a más pacientes de ASSE porque le sobra capacidad, pero le falta dinero”. En este sentido, el director dijo que mantiene diálogo con la Dirección Nacional de Rehabilitación del MSP en busca de instalar “dos o tres centros más en el país”, y confirmó que el centro “está funcionando con la mitad de pacientes”. “Si tuviera más presupuesto, atendería el doble o el triple de pacientes”, aseguró.