El Grupo Solís Natural, que trabaja en la defensa del patrimonio natural del balneario, pidió ayuda a la Red Unión de la Costa (RUC) para avanzar hacia la declaración como área de protección ambiental del único padrón costero que, hasta ahora, se mantiene libre de intervención humana. Con esta acción, los vecinos pretenden que se prohíban las construcciones y la afectación de la vegetación nativa en el lugar.
El terreno, de una hectárea y media, está ubicado entre la rambla y la playa mansa de balneario Solís y se lo conoce como el padrón 421. Aunque fue delimitado hace casi un siglo, quedó en estado natural. Los vecinos desconocían que es de propiedad privada hasta que una persona comenzó las gestiones para ocuparlo, con la colocación de un poste para la conexión a la red eléctrica de UTE y un intento de colocación de marcas de agrimensura.
Predio en la faja costera del balneario Solís.
Foto: Pablo Serrón
Vivienne Gepp y Lilián Chao, integrantes del Grupo Solís Natural y excatedráticas de agronomía, dijeron a la diaria que “no existe derecho posesorio ni autorización ambiental”, de acuerdo con las investigaciones realizadas por otros profesionales miembros de la agrupación.
El padrón “está constituido por médanos fijados por vegetación nativa e introducida e incluye parte del bosque psamófilo, uno de los pocos que persisten en la costa”, remarcaron los vecinos en su nota a la RUC. Por eso, observan con “enorme preocupación” las consecuencias de permitir cualquier intervención en el área.
“Esto pondrá en riesgo no sólo la salud de la playa –por la alteración del equilibrio dunar y de la vegetación nativa–, sino también la seguridad de las edificaciones aledañas, debido al gradual avance del mar ante la pérdida de protección natural, como en el caso del hotel Alción, construido en una posición similar”, indicó Chao, especializada en fitopatología.
De oeste a este, junto al padrón que se pretende proteger se encuentran el de las cabañas del Alción, el del hotel y el del club del balneario. “Son los únicos cuatro padrones sobre la costa, al sur de la rambla. Ocupar el primero sería terminar definitivamente con la playa mansa, por la pérdida de arena”, advirtió.
Predio sin intervención en la faja costera del balneario Solís.
Foto: Pablo Serrón
Con el objetivo de “evitar cualquier ilícito en curso”, la agrupación presentó denuncias ante la comisaría local, la Prefectura Naval, el Ministerio de Ambiente y el Municipio de Solís Grande, con documentación que respalda su preocupación. Aunque se trata de medidas recientes, Gepp señaló que la cartera de Ambiente ya respondió que inspeccionará el lugar, que en la comisaría les ofrecieron asesoramiento y que también desde el municipio se interesaron por el asunto.
La prioridad, por el momento, es frenar la ocupación por parte de una profesional que –según las vecinas– ya ha pedido la prescripción legal de otros dos padrones en la zona. “Tenemos la urgencia de cortar la ocupación y, luego, enfocarnos para que el padrón quede protegido”, dijo Gepp. Mientras esperan las acciones de los organismos correspondientes, los vecinos colocaron un cartel en el lugar “para señalar públicamente el intento de usurpación y alertar a todo el vecindario”.
En ese contexto, esperan que las organizaciones que integran la RUC, cuya participación fue crucial para que Punta Ballena sea declarada como reserva departamental protegida, puedan auxiliar en esta situación en el balneario Solís.
Faja costera del balneario Solís.
Foto: Pablo Serrón
“Quisiéramos contar con el respaldo del grupo y abrir un canal de diálogo que nos permita compartir información, experiencias y soluciones en otros balnearios. Sería muy valioso para nosotros conectarnos con quienes tengan experiencia en la defensa de ecosistemas costeros, para pensar juntos posibles caminos de acción”, concluye la nota de la agrupación.