La exitosa experiencia de juntarse para impedir la concreción de un gran desarrollo inmobiliario en el lomo de Punta Ballena alentó a seis agrupaciones vecinales a crear una Mesa Territorial para fortalecer la gobernanza local. Ese trabajo, iniciado en mayo pasado, derivó en la recolección de más de 650 firmas que, el pasado jueves, fueron presentadas ante la Junta Departamental de Maldonado para solicitar la aprobación de un Municipio de Punta Ballena.
La iniciativa popular se ampara en la Ley 19.272, vigente desde 2014, cuyos ejes fundamentales postulan la mejora de la gobernabilidad mediante la descentralización y la participación ciudadana. “Con la figura del municipio se busca atender de forma directa las problemáticas locales y asegurarles a los vecinos una gobernanza local y eficaz”, dijo a la diaria Luis Solé, socio de la Unión Vecinal de Punta Ballena (UVPB) y férreo impulsor de la propuesta.
De acuerdo a la citada ley, para acceder a la categoría de municipio una localidad debe contar con un mínimo de 2.000 habitantes permanentes; esto se cumple con creces en Punta Ballena donde residen 4.000 personas de forma estable, según el Censo de 2023, mientras que la población estival supera las 15.000.
Además, la iniciativa debe contar con el apoyo de un 15% de los habilitados para votar en el territorio, que para Punta Ballena equivale a unas 250 firmas. “La presentación de más de 650 adhesiones supera ampliamente lo exigido, casi lo triplica, y confirma la voluntad y el compromiso ciudadano con la creación de un gobierno local más cercano, ágil y participativo”, dijo Solé.
Otra condición es que la jurisdicción del municipio a crear tenga alguna “singularidad”. Para los vecinos de Punta Ballena, su territorio tiene muchas: entienden que la punta rocosa de la sierra, el arboreto Lussich, la playa nudista, los hoteles son particularidades que los diferencian del resto del Municipio de Maldonado, con lo que también cumplen con el concepto de territorialidad planteado en la Ley de Descentralización.
Tras la presentación de la iniciativa en la Junta, las firmas deberán ser validadas por la Corte Electoral. Una vez que esto suceda, el legislativo departamental tendrá 60 días para expedirse, aunque también puede aprobarse si el intendente da una “opinión preceptiva” antes de que venza el plazo. Si se cumple ese tiempo sin el tratamiento de la Junta ni la opinión favorable del intendente, “el municipio queda automáticamente creado”, explicó Solé.
Foto: Virginia Martínez Díaz
Un municipio con recursos propios
Según la propuesta vecinal, el gobierno local de Punta Ballena abarcaría un territorio delimitado por el mar, el arroyo El Potrero, la laguna del Diario y la ruta 12. Esto representa “un 10% de la superficie actual del municipio fernandino, que debe ocuparse de cubrir los servicios para unos 55.000 habitantes permanentes”.
Las agrupaciones consideran que el Municipio de Maldonado “no ha mirado” a sus barrios y que la iniciativa podría aliviar, en cierto modo, las obligaciones del gobierno local fernandino. “Somos 4.000 y cada vez que fuimos a pedir algo al municipio la respuesta fue ‘no’. Nos dicen que no hay presupuesto o que no es prioridad. Así estamos hace años”, argumentó Solé, entre las razones por las que se propusieron contar con un municipio propio.
Con esos antecedentes, consideran “imposible que el Municipio [de Maldonado] se preocupe por el plan de sustentabilidad de Punta Ballena”, que es algo a definir tras la declaración de la zona como reserva natural departamental”. Ellos, en cambio, no sólo pretenden diseñarlo y ejecutarlo desde una administración local: también pensaron en cómo generar recursos para cubrir los servicios que hasta ahora no se atendieron en la zona.
“Vamos a lograr que se incrementen las arcas del departamento gracias a nuestra actuación y administración de Punta Ballena”, afirmó Solé. A modo de ejemplo, mencionó que muchos propietarios riegan sus jardines y el agua va a parar a la calle, ocasionando el destrozo de las vías de tránsito con los consiguientes gastos de reparación. Aunque está establecido que estas acciones son pasibles de multa, “el Municipio de Maldonado nunca lo controló”. Si ellos contaran con un gobierno local se ocuparían de vigilar estas acciones y sancionarlas cuando corresponda, dicen.
Otra situación no atendida por el Municipio fernandino ni por la Intendencia de Maldonado (IDM) es la de los propietarios que han avanzado sobre terrenos de dominio público en la urbanización Solana del Mar. Hay una decena de senderos que van desde la ruta hacia la playa, que son espacios públicos y han sido “ocupados sistemáticamente por vecinos a los que nunca se les dijo nada”.
“Sin aumentar la contribución ni las cargas municipales, lo que hay que hacer es fiscalizar y que los invasores paguen el valor del terreno ocupado o por haberlos usufructuado durante años. Lo otro es ir contra la informalidad, que debe superar el 50%”, consideró Solé. Los vecinos evaluaron que, si se regulan y fiscalizan actividades que hoy nadie controla y que ellos ven a diario, se podría recaudar millones de dólares para el funcionamiento del Municipio de Punta Ballena.
También han pensado que la sede municipal podría ser el hotel Orión, ubicado frente al complejo Solanas, que está abandonado desde hace mucho tiempo y ocupado de manera irregular. Solé dice que se podría resolver “el tema judicial” y buscar la forma de que algunos ocupantes puedan permanecer, mientras otra parte del hotel se adapta para el funcionamiento del municipio.
Raúl Ferreira, Mónica San Martín, escribana de la asociación de vecinos de Punta Ballena, Moisés Cardozo y Gabriela Asuaga, el jueves 18, durante el trámite en la Junta Departamental de Maldonado
Foto: Virginia Martínez Díaz
Con el “100% a favor”
Al cabo de largos meses analizando la Ley 19.272, el vecino considera que la Mesa Territorial tiene “un 100% a favor” para contar con un municipio propio y confía en convencer de esto no sólo a los ediles (se necesita el voto afirmativo de dos tercios del plenario), sino también al intendente Miguel Abella y al alcalde del Municipio de Maldonado, Damián Tort.
“Nosotros no estamos generando nada nuevo, sólo analizamos la ley vigente y exigimos que se cumpla”, advirtió Solé, aunque también entiende la importancia de tejer acuerdos. Por eso, en las próximas semanas buscarán entrevistas con cada parte, informarán del proyecto a la organización de municipios de Uruguay y convocarán a expertos en descentralización y ordenamiento territorial, entre los que se destaca el arquitecto Salvador Schelotto, adelantó Solé.
Si todo transcurre como esperan, dentro de los plazos estipulados por la ley, habrá nuevo municipio y los votantes de Punta Ballena elegirán a sus autoridades locales en 2030.