El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este lunes que durante el último año de mandato de Donald Trump en el gobierno de Estados Unidos le pidió que perdonara al fundador de Wikileaks, Julian Assange.
En una conferencia de prensa en el Palacio Nacional, el mandatario mexicano reiteró que está dispuesto a conceder asilo al activista y periodista australiano, que actualmente se encuentra privado de su libertad en la prisión de máxima seguridad de Bellmarsh, en Reino Unido, a la espera de una posible extradición a Estados Unidos.
El presidente mexicano sostuvo que “Assange está enfermo y sería una muestra de solidaridad, de fraternidad, el permitirle que recibiera asilo en el país que Assange resolviera vivir, incluido México”. En este sentido, consideró que “es muy claro que el derecho de asilo, que es parte de nuestra política exterior, es un orgullo”, pero que de todos modos “también tiene una reglamentación, en el sentido de que quien recibe el beneficio del asilo va a actuar con respeto, primero a las leyes de nuestro país, y también no podría intervenir en asuntos externos. Entonces, Assange en México no representa ningún peligro”, señaló.
López Obrador también dijo a la prensa que “antes de que terminara la administración del presidente Donald Trump, yo le envíe un escrito pidiéndole que se le perdonara. Ya ven que a finales de los gobiernos en Estados Unidos, los presidentes pueden hacer uso de esta facultad. Pues envié esa carta. No tuvo respuesta”.
A principios de diciembre de 2021, el Tribunal de Apelaciones de Londres admitió un recurso presentado por Estados Unidos contra el fallo de primera instancia de la jueza Vanessa Baraitser, que había denegado la extradición del periodista a Estados Unidos por considerar que existía riesgo de que se suicidara si era trasladado a ese país.
Tras el fallo, Australia entró en escena a través de su vice primer ministro y varios referentes del Congreso, tanto oficialistas como opositores, quienes reclamaron que el gobierno local debería interceder para que Assange sea enviado a su país natal.
El fundador de Wikileaks es acusado por Estados Unidos de 18 cargos, el principal de los cuales es su participación en el hackeo de Chelsea Manning a las bases de datos del Ejército estadounidense. Con los documentos a los que accedió Manning, Wikileaks reveló los abusos cometidos por las Fuerzas Armadas estadounidenses en Irak y Afganistán.
Las acusaciones fueron presentadas por la administración de Trump durante el mandato de Mike Pompeo (exdirector de la CIA que sufrió una filtración de documentos confidenciales por parte de Wikileaks) como Secretario de Estado. Al asumir Joe Biden la presidencia, se ratificaron las acusaciones contra el periodista.