La jornada del lunes estuvo signada por una serie de ataques rusos contra varias ciudades ucranianas, incluyendo la capital, Kiev, en el marco de lo que Moscú considera una respuesta al ataque ucraniano el sábado contra el puente que une a Rusia con la anexada región de Crimea. La primera acción había sido un bombardeo contra edificios civiles en Zaporiyia, al sur del país, pero este lunes las acciones rusas se intensificaron con ataques de misiles en la capital y en otras 11 ciudades, entre otras, Járkov, Lviv y Dnipro.

El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió el lunes que los ataques contra Ucrania continuarán si se vuelve a atacar infraestructuras rusas. “Es imposible dejar sin respuesta los crímenes del régimen de Kiev”, subrayó Putin en la reunión de su Consejo de Seguridad, convocado este lunes a raíz de la explosión del puente el sábado.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó en la noche del lunes en su tradicional discurso televisado diario que Ucrania reconstruirá todas las infraestructuras destrozadas en los ataques rusos y que su país responderá a los ataques en el campo de batalla. “Los ocupantes no pueden oponerse a nosotros en el campo de batalla: por eso recurren al terror”, expresó el mandatario ucraniano.

Más temprano, poco después de que conocieran los duros ataques rusos, Zelenski dijo que su país estaba “lidiando con terroristas” y acusó a Moscú de atacar instalaciones eléctricas y civiles tras los ataques con misiles con la expresa intención de “causar el mayor daño posible”.

En un video divulgado en Telegram, en el que se lo veía recorriendo las calles donde quedó el mobiliario urbano dañado y autos incendiados mientras los equipos de emergencia trabajaban, Zelenski dijo que las instalaciones energéticas y la población de Ucrania eran los dos objetivos principales de Rusia. Pidió que todas las personas permanezcan en los refugios y recordó que las líneas de metro están acondicionadas como albergues temporales.

Rusia atacó la capital por primera vez en más de tres meses –el último bombardeo en Kiev había sido el 26 de junio–, y la ofensiva en otras partes del país se produjo en una hora pico de actividad, alcanzando a muchos civiles. En las redes sociales circulan varios videos en los que se ve el daño que generaron los ataques con misiles que pasaron por zonas muy concurridas como parques, sitios turísticos y zonas de oficinas, en un nuevo aumento de la agresión entre los bandos. La agencia Reuters divulgó videos del momento en que misiles caían sobre el Puente Glass, un paseo para peatones y bicicletas de la capital ucraniana, cuando había personas pasando por el lugar.

El número de muertos por los últimos ataques rusos llegó a 14 y más de 100 resultaron con heridas de diversa entidad, según el Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania.

Además, al mismo tiempo que atacaban ciudades, las fuerzas rusas apuntaron contra infraestructuras eléctricas de varias regiones. Según informaron autoridades ucranianas, los ataques enemigos dejaron a cuatro provincias sin energía eléctrica: Lviv y Ternópil, en el este del país, Poltava, en el noreste, y Sumy, en el norte, muy cerca de la frontera con Rusia.

Condena internacional

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el portugués António Guterres, dijo estar “profundamente conmocionado” por el aumento de las hostilidades en el conflicto. “Esto constituye otra escalada inaceptable de la guerra y, como siempre, los civiles son quienes pagan el precio más alto”, apuntó el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, en un comunicado este lunes.

Por otra parte, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, y la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, publicaron un video en sus redes sociales en el que se las ve juntas, en el cruce fronterizo de Narva entre Estonia y Rusia. En ese mensaje, Von der Leyen aseguró estar “conmocionada y horrorizada por el feroz ataque contra Kiev y otras ciudades ucranianas”, y apuntó: “Rusia una vez más le ha mostrado al mundo lo que representa: el terror y la brutalidad. Los que son responsables tienen que rendir cuentas”.

Desde Estados Unidos el presidente Joe Biden dijo que su gobierno “condena enérgicamente” los ataques con misiles rusos en ciudades de Ucrania, que demuestran la “absoluta brutalidad” de Putin contra el pueblo ucraniano. En una declaración separada, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que la comunidad internacional “tiene la responsabilidad” de dejar en claro que las acciones de Putin son “completamente inaceptables”.