En una conferencia de prensa realizada este martes en Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que su gobierno no quiere participar en la “retórica nuclear” promovida por Occidente. “Los medios occidentales, los políticos y los jefes de gobierno están llevando a cabo muchos ejercicios de retórica nuclear. No queremos participar en eso”, manifestó Peskov, según informó El País de Madrid.

Los dichos del portavoz fueron en respuesta a una nota publicada el lunes por el diario londinense The Times en la que se afirmaba que Rusia estaba preparando un ensayo con armas nucleares sobre la frontera con Ucrania.

Al tema también se refirió el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, quien dijo que Estados Unidos no tiene indicios de que Rusia se esté preparando para usar armas nucleares, a pesar del “ruido de sables nucleares” que está insinuando, de acuerdo a su visión, el presidente ruso, Vladimir Putin. “Nosotros nos tomamos muy en serio cualquier arma nuclear o ruido de sables nucleares, pero no hemos visto ninguna razón para ajustar nuestra propia postura nuclear estratégica, ni tenemos ningún indicio de que Rusia se esté preparando para usar inminentemente armas nucleares”, afirmó la funcionaria de la administración que lidera Joe Biden.

La cuestión de un eventual uso de armas nucleares por parte de Rusia está generando preocupación a los gobiernos de las potencias occidentales, pero este martes la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que si bien esta amenaza de Moscú debe tomarse en serio, la comunidad internacional dejó en claro que no se dejará intimidar por eso.

“No es la primera vez que Putin recurre a este tipo de amenazas, son irresponsables y debemos tomarlas en serio”, dijo Baerbock el martes desde Varsovia, la capital polaca, donde se encontraba de visita, informó la agencia Reuters. “Pero también es un intento de chantajearnos, como sabemos por los últimos 200 días de esta brutal guerra de agresión”, agregó la jerarca del gobierno germano.

Negociaciones “imposibles” y apoyos internacionales

Los tratados de incorporación a la Federación Rusa de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia recibieron el martes el visto bueno del Senado ruso, donde obtuvieron el respaldo de la totalidad de los miembros de la cámara alta del Parlamento.

“Las leyes que aprobamos hoy serán remitidas inmediatamente al presidente de Rusia”, manifestó la presidenta del Senado, Valentina Matviyenko, representante de Rusia Unida, el partido que lidera Putin.

Horas antes, desde Kiev, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró que los procesos de anexión llevados adelante por Moscú son “nulos y sin efecto”. Mediante un decreto, Zelenski enfatizó el “derecho soberano” de Ucrania sobre las cuatro regiones que reclama Rusia. En este sentido, recordó que la independencia de Ucrania en 1991 ya reflejó que se trataba de un país “indivisible e inviolable”. Además, de acuerdo al decreto firmado por el mandatario ucraniano, las negociaciones con Putin en este contexto fueron declaradas “imposibles”, dejando de lado por el momento cualquier atisbo de alto al fuego.

Este martes, Zelenski, además de recibir la confirmación de un nuevo paquete de ayuda militar por parte del gobierno de Estados Unidos, mantuvo una conversación con la política ultraderechista italiana Giorgia Meloni, líder del partido Hermanos de Italia, ganador de las últimas elecciones. De acuerdo a un comunicado del partido citado por medios italianos, Meloni “subrayó su compromiso con todos los esfuerzos diplomáticos útiles para poner fin al conflicto” con Rusia.

Meloni fue una de las pocas líderes políticas italianas que respaldó la decisión del primer ministro saliente, Mario Draghi, de enviar armas a Ucrania, a pesar de que ella era opositora a su gobierno.

Por el contrario, los dos aliados políticos de Meloni, la Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, que sí formaban parte del anterior gobierno, fueron mucho más ambivalentes sobre la cuestión, dejando en claro sus vínculos históricamente cercanos con el presidente ruso.

En este sentido, el líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, dijo el mes pasado que Putin había sido “empujado” a invadir Ucrania y que quería poner a “gente decente” a cargo del gobierno de Kiev.