En un breve discurso que dio durante la tarde de este martes en el Palacio de la Alvorada, en Brasilia, el presidente brasileño Jair Bolsonaro rompió el silencio público que había tenido desde la noche del domingo, cuando se supo que había perdido las elecciones con el líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva.
Rodeado de numerosos colaboradores y funcionarios de su administración, el líder ultraderechista condenó, aunque sin mayor vehemencia, los cortes de ruta que sus partidarios comenzaron a hacer en centenares de lugares del país desde la noche del domingo. Si bien no impugnó los resultados de los comicios, evitó referirse a Lula, a quien no felicitó, como era esperable. Según los datos oficiales difundidos por el Tribunal Supremo Electoral, el candidato izquierdista fue electo por una diferencia de algo más de 2 millones de votos. Lula obtuvo 50,9% de los votos, contra 49,1% del actual mandatario.
En su alocución ante los medios, Bolsonaro dijo que las protestas con tono golpista que provocaron los camioneros en casi todos los estados del país son el resultado de la “indignación” de la gente por sentir que durante el proceso electoral hubo “injusticias”, si bien no entró en detalles sobre este tema. “Las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda, que siempre han perjudicado a la población, como la invasión de bienes, la destrucción del patrimonio y la restricción del derecho de ir y venir”, remarcó el mandatario.
El candidato a la presidencia por el Partido Liberal (PL) comenzó diciendo: “Quiero comenzar agradeciendo a los 58 millones de brasileños que votaron por mí el 30 de octubre”. El excapitán agregó que siempre respetó la Constitución y que lo seguirá haciendo. “Siempre me han tachado de antidemocrático y, a diferencia de mis acusadores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución. Nunca he hablado de controlar o censurar los medios de comunicación y las redes sociales. Como Presidente de la República y ciudadano seguiré cumpliendo todos los mandamientos de la Constitución”, continuó.
Desde el lunes, medios brasileños informaron que Bolsonaro había tenido varias reuniones, en las que sus interlocutores le habían pedido que hablara públicamente para descomprimir la tensa situación que estaban generando los cortes de ruta. El día después de la derrota electoral el presidente recibió a su hijo mayor, el senador Flávio Bolsonaro, su compañero de fórmula, el general Walter Braga Netto, y también a algunos ministros. En la mañana de este martes nuevamente se hizo presente en el Palacio de la Alvorada Braga Netto, además del comandante de la Fuerza Aérea Brasileña, Carlos Baptista Junior, y otros jerarcas. A la residencia oficial acudió también el presidente nacional del PL, Valdemar Costa Neto.
Comienza la transición
El martes el Partido de los Trabajadores confirmó la designación del vicepresidente electo Geraldo Alckmin para ser el principal coordinador del equipo de transición del gobierno.
De acuerdo a lo que informó el portal Carta Capital, Alckmin trabajará directamente con el actual jefe de Gabinete, Ciro Nogueira, y será responsable del diálogo del actual gobierno con el equipo de transición. El lunes la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann se había comunicado con Nogueira y posteriormente la dirigente confirmó que el equipo de transición de Lula trabajará en la sede del Centro Cultural Banco do Brasil, en Brasilia.
También este martes, poco después del discurso de Bolsonaro, Ciro Nogueira confirmó ante los medios que había recibido la “autorización” del presidente para empezar las tareas relativas a la transición, que se extenderá hasta el 1º de enero, día en el que Lula asumirá la presidencia brasileña por tercera vez.
Paralelamente, mientras el mandatario electo se tomó unos días de descanso junto a su esposa a una playa del estado de Bahía, integrantes de su equipo de campaña informaron que el próximo presidente brasileño estará presente en la conferencia de la ONU sobre cambio climático, la COP27, que se realizará entre el 7 y el 18 de noviembre en la localidad egipcia de Sharm el-Sheik.
Se especula que Lula podría designar antes del fin de semana al futuro Ministro de Medio Ambiente, quien también formaría parte de la comitiva brasileña en el encuentro internacional.