Exactamente tres años después de ser liberado de la prisión en la que estuvo encarcelado durante 580 días en la ciudad de Curitiba, en el estado de Paraná, el presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó este martes a Brasilia para comenzar a seguir de cerca las tareas de la amplia comisión multipartidaria que está preparando la transición para el nuevo gobierno que asumirá funciones el 1º de enero.
Una de las ideas centrales en este proceso de comienzo de la transición y de la edificación del futuro gobierno es la ampliación de la base política de apoyo sobre la que se sustentará el mandato de Lula. El comando de Lula tiene claro que para tener mayorías en el Congreso que le permitan gobernar, desde el Ejecutivo se tendrá que plantear una agenda política y económica que deberá ir mucho más allá de la que pretende la coalición de sectores que impulsaron la candidatura del líder izquierdista de 77 años.
En este sentido el martes el vicepresidente electo, Geraldo Alckmin, quien está liderando todo el proceso de transición, anunció que la senadora y excandidata presidencial del centroderechista Movimiento Democrático Brasileño (MDB), Simone Tebet, formará parte del equipo de transición del nuevo gobierno de Lula, focalizando su trabajo en el desarrollo social, según informó la cadena Globo.
“Tenemos dos grandes desafíos: uno económico, otro social. Y no compiten entre sí, sino que son sinérgicos, se suman, se complementan, no son excluyentes. Es necesario tener una agenda de eficiencia económica y competitividad, y, por otro lado, una red de protección social que es importantísima, entonces Simone, con su experiencia, y con la sensibilidad, la fuerza de las mujeres, trabajará con nosotros en el área del desarrollo social, que es un área muy importante”, manifestó Alckmin al realizar el anuncio.
Tebet suena fuerte para ser una de las integrantes del gabinete de Lula, y medios brasileños indicaron que la legisladora afirmó públicamente que su ministerio preferido es el de Ciudadanía, cartera creada durante el gobierno del actual presidente, Jair Bolsonaro, que unió a los ministerios de Desarrollo Social, Deporte y Cultura.
De esta manera, que Tebet ocupe un cargo en el área de desarrollo social durante la transición puede ser un indicio de que la senadora seguramente esté al frente del Ministerio de Ciudadanía, aunque se sabrá con certeza en las próximas semanas.
Pero también este martes la presidenta del PT, Gleissi Hoffmann, anunció oficialmente la invitación al partido de Tebet, el MDB, para que se integre formalmente al equipo de transición.
“Nos gustaría mucho que el MDB participara en este consejo político del gobierno de transición para que discutamos temas programáticos, lo que viene, las dificultades que podemos tener”, dijo Hoffmann, según informó el portal Metrópoles.
La formalización de la invitación fue anunciada en Brasilia, luego de que Hoffmann se reuniera con el presidente del MDB, Baleia Rossi, en la Cámara de Diputados, en Brasilia.
Pero además también se confirmó este martes que el PT oficializó la invitación al centroderechista Partido Social Democrático (PSD) para que tome parte en el proceso de transición, integrando el consejo político y también designando técnicos. La iniciativa fue comunicada en sus redes sociales por Hoffmann luego de mantener una reunión con el líder de este sector, Gilberto Kassab, un político de larga trayectoria. Ingeniero y economista de 61 años, Kassab fue alcalde de la ciudad de San Pablo entre 2006 y 2013 y más adelante fue ministro de Ciudades durante el gobierno de Dilma Rousseff y también de Ciencia y Tecnología, primero durante el mandato de la petista y después siguió en el cargo en el gobierno de quien la derrocó, Michel Temer. Al igual que el MDB, el PSD es uno de los partidos que integran el centrão, y cada uno de ellos tendrá 42 diputados en la Cámara de Diputados que asumirá el año que viene, por lo que su aporte garantizará, al menos en el comienzo de su gestión, gobernabilidad a Lula.
Respecto de cómo funcionará el gabinete de transición, Alckmin detalló que se crearán 31 grupos de trabajo temáticos que serán coordinados por Hoffmann, Aloizio Mercadante –histórico dirigente del PT que podría ser el próximo canciller– y Floriano Pesaro. El vicepresidente manifestó que el tema primordial del próximo gobierno será “la cuestión social”. Sobre ese punto manifestó que uno de los objetivos es garantizar la continuidad del programa Bolsa Familia, que otorga 600 reales mensuales (algo menos de 4.700 pesos uruguayos) a las familias más pobres del país. Alckmin informó además que el gobierno de Lula sumará un aporte extra de 150 reales (alrededor de 1.200 pesos) a las familias que tengan niños menores de seis años, medida tendiente a mitigar el hambre que pasan millones de brasileños.