El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia no recibió ninguna propuesta sobre un “alto el fuego por la Navidad” en la guerra que su país está librando en Ucrania.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había pedido en el comienzo de esta semana a los líderes de los países que integran el G7 –Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Alemania, Italia, Francia, Japón más la Unión Europea– que respalden una solución de paz que comenzaría con la retirada de las tropas rusas de Ucrania a partir de Navidad.
Durante una conferencia en Moscú, cuando se le preguntó si el gobierno de Vladimir Putin había visto alguna propuesta para un alto el fuego en Navidad, Peskov dijo a los periodistas: “No, no se han recibido tales ofertas de nadie. Este tema no está en la agenda”.
Peskov insistió en que el gobierno ucraniano debía aceptar las nuevas “realidades” territoriales que incluían la anexión por parte de Rusia de cuatro regiones ucranianas como sus “nuevos sujetos”, anexiones que la mayoría de los países de la comunidad internacional calificaron como ilegales.
En su contacto con los medios, consignado por agencias internacionales, Peskov afirmó que los sistemas de defensa antimisiles Patriot que Ucrania presuntamente recibirá en los próximos días de parte de Estados Unidos representan un “objetivo legítimo”, por lo que en caso de entrar en acción serán atacados.
Según informó la agencia Reuters, las autoridades estadounidenses tomarán la decisión de enviar este armamento a Kiev en el correr de esta semana. Desde hace varios meses, el gobierno que preside Zelenski está reclamando a las potencias occidentales sistemas de defensa aérea más modernos y eficaces, entre ellos, los Patriot, para hacer frente a los bombardeos masivos rusos contra sus redes eléctricas, de agua y de calefacción.
Mientras tanto, este miércoles, Kiev volvió a ser blanco de un ataque de las fuerzas rusas que emplearon drones de fabricación iraní para realizar esta incursión en territorio enemigo. Fuentes del Ministerio del Interior ucraniano informaron que al menos 13 de esos dispositivos lograron ser derribados por las defensas antiaéreas. El País de Madrid informó con base en las mismas fuentes que esta nueva oleada de ataques sobre la capital de Ucrania no dejó víctimas, aunque causó daños materiales en un edificio oficial y en varios residenciales.
El ataque se llevó a cabo con los mismos drones que las fuerzas rusas ya utilizaron en muchas ocasiones desde que comenzó su operación en Ucrania, hace ya casi diez meses. Se trata de aparatos con un alto poder destructivo, ya que van cargados de explosivos y pueden ser dirigidos directamente contra un objetivo, aunque son más fáciles de detectar y derribar que otros tipos de misiles.
Mientras esto sucede en Ucrania, desde Estados Unidos –el gran patrocinador de Kiev en este conflicto–, se espera que la guerra siga y no hay expectativas de que las hostilidades se detengan durante los meses más duros del invierno.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca consignada por el diario inglés The Guardian, el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, cuando se le preguntó sobre las perspectivas de negociar el fin de la guerra con Putin, dijo: “Teniendo en cuenta lo que estamos viendo en aire y en tierra en Ucrania, es difícil concluir que esta guerra terminará para fin de año. Así que ahora mismo hay una lucha activa. Esperamos que eso continúe durante algún tiempo en el futuro”, y agregó que todos los asesores militares del gobierno “no creen que la lucha se detenga en los próximos meses de invierno”.