En su primera conferencia de prensa en el cargo, la nueva presidenta de Perú, Dina Boluarte, dijo que su tarea será la de “reorientar los destinos del país”.
Consultada sobre la posibilidad de realizar elecciones anticipadas, Boluarte respondió: “Sé que hay algunas voces que indican [que debe haber un] adelanto de elecciones y eso, democráticamente, es respetable. Creo que la asunción de la presidencia en esta oportunidad es un poco reorientar lo que hay que hacer con el país”.
Boluarte, además, reiteró, tal como lo había hecho el miércoles, cuando asumió la presidencia, que es necesaria una “tregua” política en Perú, y añadió: “Seguramente tienen muchas preguntas por hacerme, pero entiendan también que las circunstancias en que se ha asumido esta alta responsabilidad no han sido las más óptimas”.
Por su parte, el expresidente peruano Pedro Castillo fue trasladado a la prisión de Barbadillo, en el distrito de Ate, en el departamento de Lima, donde también se encuentra recluido el expresidente Alberto Fujimori. Antes, la Fiscalía desplegó operativos simultáneos en el Palacio de Gobierno, la presidencia del Consejo de Ministros y varios ministerios para “recabar elementos de convicción respecto a la investigación que se le sigue al presidente”. Castillo es indagado por los delitos de sedición y conspiración por atentar contra los poderes del Estado y el orden constitucional al haber decidido disolver el Congreso cuando el órgano legislativo iba a poner en consideración su destitución. Desde la prisión, Castillo participó a distancia en una audiencia para evaluar el pedido de la fiscalía de detenerlo por siete días, entre otros motivos, por peligro de fuga.
Se argumentó que, según el parte policial de su detención, cuando fue arrestado Castillo se dirigía junto a su familia y su abogado a la embajada de México, informó la agencia Efe. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, manifestó el miércoles: “Si Pedro Castillo pide asilo a México, se lo damos, pero no lo ha solicitado”.
Hasta este jueves el gobierno mexicano no había reconocido a Boluarte como presidenta, y decidió suspender la cumbre de la Alianza del Pacífico prevista para el miércoles en Lima. Al respecto, Boluarte dijo que espera que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, pueda viajar a Perú para esa instancia. “Acá lo vamos a esperar con los brazos abiertos y con el cariño de todos los peruanos”, dijo.
López Obrador había acusado a las “élites económica y políticas” de forzar a Castillo a “tomar decisiones” que llevaron a su destitución. De todos modos, dijo que “ojalá se respeten los derechos humanos y haya estabilidad democrática en beneficio” del pueblo peruano.
La suya fue una de las muchas reacciones internacionales que despertó lo ocurrido en Perú. En sintonía con López Obrador, el presidente boliviano, Luis Arce, criticó “el constante hostigamiento de élites antidemocráticas contra gobiernos progresistas”, pero agregó: “Abogamos por la democracia, la paz y el respeto a los derechos humanos, que prevalezcan en beneficio del pueblo peruano”.
Desde Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva dijo que “siempre es lamentable que un presidente electo democráticamente tenga esta suerte”. Sin embargo, señaló que entiende que “todo fue remitido en el marco constitucional”. Lula agregó que “lo que Perú y América del Sur necesitan en este momento es diálogo, tolerancia y convivencia democrática para resolver los problemas reales que todos enfrentamos”. El presidente electo le deseó “éxito” a Boluarte para “reconciliar” el país y “conducirlo por la senda del desarrollo y la paz social”.
A su vez, la cancillería de Colombia condenó “todo atentado contra la democracia, venga de donde venga”, y señaló que la democracia “requiere el reconocimiento de la voluntad popular expresada tanto en las elecciones para presidente como para el Congreso”. También la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a “garantizar el Estado de derecho en Perú” y repudió “cualquier intento de socavar el orden democrático”. Así lo expresó Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general de la ONU, António Guterres.
Desde Rusia, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova, dijo que su país espera “que el proceso de transición de poder en el Perú transcurra con calma, dentro del marco legal, sin injerencias destructivas del exterior, y contribuya a la normalización de la situación en el país en aras del pueblo peruano”. A su vez, Estados Unidos reconoció a Boluarte como nueva presidenta peruana y elogió a las instituciones y autoridades de Perú por “asegurar la estabilidad democrática”.