El presidente de Perú, Pedro Castillo, decidió disolver el Congreso Nacional. Horas antes de que se discutiera una tercera moción de vacancia en su contra, el mandatario emitió un comunicado a la Nación en el que informó los próximos pasos que tomará.
“En atención al reclamo ciudadano a lo largo y ancho del país, tomamos la decisión de establecer un gobierno de excepción, orientado a establecer el Estado de derecho y democracia, a cuyo efecto se dictan las medidas: disolver temporalmente el Congreso de la República e instaurar un gobierno de emergencia excepcional”, afirmó.
En un video divulgado en la televisión nacional, Castillo anunció que convocará “en el más breve plazo a elecciones para un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución, en un plazo no mayor de nueve meses. A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso se gobernará mediante decretos ley”.
“Se declara en reorganización el Sistema de Justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional”, agregó Castillo. Además, estableció un toque de queda a nivel nacional partir de las 22.00 de este miércoles hasta las 04.00 del día siguiente.
Asimismo, indicó que “la policía nacional con el auxilio de las Fuerzas Armadas dedicarán todos sus esfuerzos al combate real y efectivo de la delincuencia, la corrupción y el narcotráfico, a cuyo efecto se los dotará de los recursos necesarios”.
En el mensaje, Castillo afirma que “la mayoría congresal no se ha detenido en su objetivo de destruir la institución presidencial, esta mayoría totalmente desacreditada, con un nivel de aprobación ciudadana de entre 6 y 8% a nivel nacional, ha impedido acortar las enormes brechas sociales”. En este sentido, apuntó que “el Ejecutivo ha enviado al Congreso más de 70 proyectos de ley de interés nacional, con el objetivo de beneficiar a los sectores más vulnerables de la población” y “no han sido atendidos”.
Se refirió a los otros intentos de vacancia contra su figura: “el Congreso, sin pruebas, imputa al presidente la comisión de delitos, muchas veces con las solas afirmaciones hechas en la prensa mercenaria, corrupta y cínica, que injuria, difama y calumnia, con un absoluto libertinaje; sin embargo el Congreso no investiga y sanciona actos delictivos de sus propios integrantes”.
“El Congreso ha destruido el Estado de derecho, la democracia, la separación de poderes, modificando la Constitución con leyes ordinarias; con el fin de destituir al ejecutivo e instalar una dictadura congresal, ha llegado al extremo de limitar el poder soberano del pueblo eliminado el ejercicio de referéndum”, afirmó el presidente. Además, se refirió a otros obstáculos interpuestos por el Congreso, como el hecho de no habilitarlo a salir del país a eventos internacionales, acusándolo de que se iba a “fugar”.
Castillo hizo un “llamado” a la sociedad civil “a respaldar estas decisiones que nos permitan enrumbar a nuestro país hacia su desarrollo sin discriminación”. Destacó que se comunicó a la Organización de los Estados Americanos la decisión tomada y que se mantendrá “el modelo económico basado en una economía social de mercado que se sustenta en el principio de tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.
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El Congreso debía escuchar este miércoles los descargos del presidente Castillo o de su defensa frente a la tercera moción de vacancia, admitida el jueves pasado por 73 votos a favor. Luego, debía iniciarse el debate y tomar una decisión sobre si estaba apto para continuar en el cargo. Para una eventual destitución del mandatario se requerían 87 votos.
Momentos antes de este hecho se había dado a conocer que el comandante general del Ejército, Walter Córdoba Alemán, presentó este martes su renuncia, aduciendo “motivos personales”, luego de haberse constatado varios desencuentros con el nuevo ministro de Defensa, Emilio Bobbo.
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