La empresa estatal brasileña Petrobras anunció un notorio aumento de los combustibles, que la compañía atribuyó a la suba del precio del crudo en el mercado internacional como consecuencia del conflicto bélico en Ucrania.
En un comunicado publicado este jueves la petrolera informó que “después de 57 días sin reajustes”, el precio de la nafta común se incrementará 18%, el diésel casi 25% y el gas que alimenta las garrafas de 13 kilos, el método más utilizado en las cocinas del país, subirá 16,1%.
Esta fuerte alza de los precios generó rechazos de varios sectores industriales, también de los camioneros y en la oposición al gobierno del presidente Jair Bolsonaro, a quien culparon por los sucesivos aumentos, que están influyendo notoriamente en la inflación que hay en el país.
El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, cuya candidatura a la presidencia para las elecciones de octubre se oficializará en las próximas semanas, criticó la suba, la cual atribuyó al modelo de tarifas de los insumos, que de un tiempo a esta parte se dolarizaron. En una entrevista con la radio mineira Itatiaia, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) argumentó que los precios aumentaron “porque Brasil tenía una gran distribuidora llamada BR que fue privatizada, y ahora hay empresas importando petróleo de Estados Unidos en dólares cuando somos autosuficientes y producimos petróleo en reales”.
Por su parte, el líder del Partido Laborista Brasileño, Ciro Gomes, quien casi con seguridad también será candidato presidencial en octubre, dijo que el nuevo aumento “es un nuevo golpe al bolsillo de las brasileñas y los brasileños debido a la infame política de precios de la Petrobras de Bolsonaro”, según consignó el portal Carta Capital.
Temprano en la mañana, cuando la noticia recién había sido difundida, Bolsonaro deslindó su responsabilidad en los aumentos al hablar con los simpatizantes suyos que habitualmente se acercan a las afueras del Palacio de la Alvorada, la residencia presidencial ubicada en Brasilia.
“Yo no defino los precios de Petrobras. Ahí no decido nada, pero cuando hay un problema cae encima de mí”, declaró el mandatario ultraderechista, quien luego atacó, sin mencionarlo, a Lula.
“Primero la pandemia, después la sequía, guerra, combustibles... Y hay gente que cree que si hubiera un ladrón ahí [en la presidencia] Brasil estaría mejor”, afirmó Bolsonaro.
El Senado reaccionó rápido ante este nuevo incremento de los combustibles y en la tarde de este jueves aprobó, con 61 votos a favor y ocho en contra, un proyecto de ley presentado por el senador Jean Paul Prates, integrante del PT, que crea un fondo de estabilización de los combustibles y crea un impuesto sobre la exportación de petróleo no refinado.
Este proyecto de ley ahora deberá ser discutido en la Cámara de Diputados.