Hace cinco días que Sudáfrica está devastada por las consecuencias de fuertes inundaciones, producto de intensas lluvias y tormentas. El último informe divulgado por las autoridades este viernes indica que “un total de 40.723 personas han sido afectadas. Desgraciadamente el número de muertos sigue aumentando y el último balance es de 395 fallecidos”.
El consejero provincial de Gobierno Cooperativo y Asuntos Tradicionales, Sipho Hlomuka, declaró este viernes que la mayoría de las muertes se dieron en el área metropolitana de Durban, la ciudad más poblada de la provincia KwaZulu-Natal y la tercera más grande de Sudáfrica. Es en esa zona que se desarrollaron con más intensidad las lluvias que azotan al país desde el fin de semana pasado.
Actualmente los rescatistas entienden que terminaron las tareas de búsqueda de personas con vida y se dedican a despejar los escombros y encontrar a los fallecidos. En total, el gobierno sudafricano dispuso que más de 4.000 policías estén trabajando en las zonas más afectadas, donde se reportan al menos 55 personas desaparecidas.
En un reportaje de la agencia AFP, Travis Trowe, uno de los integrantes del equipo de socorristas, admitió que “la fase intensa de rescate ha terminado en parte. Actualmente nuestro trabajo consiste principalmente en recuperar cadáveres”.
Por su parte, el presidente Cyril Ramaphosa, que se hallaba en el Mpumalanga (noreste) con motivo de las fiestas de Pascua, lamentó una catástrofe “jamás vista antes en el país” y mostró preocupación porque, a pesar de que este jueves las lluvias cesaron y se pudo avanzar con rapidez en las tareas de rescate, se espera que nuevas tormentas afecten las provincias de Free State (centro) y Eastern Cape (sureste), donde ya se registró al menos un muerto, según el mandatario.
El ministro sudafricano de Finanzas, Enoch Godongwana, informó este viernes en declaraciones a la cadena de televisión local Newzroom Afrika, recogidas por Efe, que el gobierno cuenta con 1.000 millones de rands sudafricanos (unos 68 millones de dólares) disponibles de manera inmediata para dar respuesta a las inundaciones. “Cada año hacemos un presupuesto para emergencias como esta y esa cantidad está disponible, puede utilizarse desde el mismo lunes”, declaró Godongwana.
Las lluvias, que alcanzaron niveles que no se veían en más de 60 años, destruyeron puentes y carreteras. En un comunicado, las autoridades de Durban pidieron “paciencia”, y explicaron que las tareas de rescate se complican aún más por el daño en las rutas. Algunas carreteras se limpiaron con excavadoras y ya volvieron a utilizarse, pero hasta el viernes la mayoría siguen siendo inaccesibles ya que están llenas de escombros o anegadas.
Además se perdieron más de 250 escuelas, unas 4.000 casas han sido destruidas y más de 13.000, dañadas, por lo que miles de personas no tienen donde vivir, según informó el Ministerio de Vivienda; por eso la cartera abrió 20 refugios de emergencia que buscan acoger a unas 2.100 personas.
En algunas zonas de la región el agua y la electricidad están cortadas desde hace varios días. Las autoridades locales piden a la población de todo el país donar alimentos no perecederos y agua embotellada. La falta de alimentos también derivó en fuertes saqueos a los supermercados, según informaron medios locales.