La organización Amnistía Internacional le pidió al presidente español, Pedro Sánchez, y a las autoridades marroquíes que pongan en marcha una investigación “independiente y exhaustiva” para “esclarecer las responsabilidades” por las “violaciones de derechos humanos cometidas” en la valla fronteriza de Melilla el 24 de junio.

Según informó el portal Público, la entidad humanitaria con sede en Londres se dirigió a los dos gobiernos a través de una carta en la que pide que se abran “de forma urgente y rápida” investigaciones tras la actuación policial en el intento de salto de valla en la frontera de Melilla con Marruecos. El viernes, al menos 30 personas fallecieron en territorio marroquí en su intento de llegar a la ciudad española de Melilla, de acuerdo a lo que informaron organizaciones humanitarias con presencia en el lugar. El hecho fue uno de los más cruentos en la historia de la única frontera terrestre entre África y la Unión Europea (UE).

Además, AI mostró su preocupación por la “inadecuada” respuesta inicial del gobierno español ante la grave crisis de derechos humanos. Si bien Sánchez lamentó tardíamente –recién este miércoles– la muerte de los migrantes, se negó a repudiar la actuación de las fuerzas de seguridad de Marruecos.

“Es evidente que lamento las muertes, pero pongámonos en la piel de los agentes heridos”, expresó el mandatario socialista en una entrevista con la cadena Ser. Paralelamente, generó mucha molestia en diversos sectores el hecho de que policías marroquíes ingresaran a territorio español para reprimir, algo que fue negado por el ministro del Interior de España, Fernando García-Marlaska, a pesar de que hay profusas imágenes que así lo demuestran.

El viernes, miles de migrantes, en su enorme mayoría provenientes de Sudán y también de Chad, intentaron cruzar la valla que separa la ciudad española de Melilla del territorio de Marruecos. En los alrededores del lugar las fuerzas de seguridad marroquíes desplegaron un enorme operativo intentando evitar que los migrantes, muchos de los cuales portaban palos y otro tipo de armas improvisadas, pasaran hacia el lado español, y como resultado de esos enfrentamientos hubo numerosos heridos. Según informaron entidades de derechos humanos y medios españoles, la muerte de los migrantes se produjo por aplastamiento en un desnivel que está antes de la valla fronteriza.

Unos pocos migrantes, 133 exactamente, lograron llegar a Melilla, donde esperan en un centro de acogida por la posibilidad de poder ser aceptados como refugiados en algún país de la UE. Miles fueron detenidos, y otros cientos de personas, heridas de diversa gravedad –la mayoría migrantes, pero también policías marroquíes– fueron trasladadas a hospitales de la cercana localidad marroquí de Nador. Mientras tanto, los cadáveres serán enterrados en fosas ubicadas en el cementerio de la misma ciudad sin que se haya realizado autopsia o investigación de ningún tipo, según denunció la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.

A raíz de este caso, la rama española de AI realizó una dura crítica al gobierno de Sánchez. “En una mezcla inédita y eficaz, de solidaridad y de legalidad, España ha recibido a más de 124.000 ucranianos que escapan de la invasión rusa, y, sin embargo, dejamos morir a potenciales refugiados que huyen de otras guerras. En cambio, a los que huyen de la guerra en Sudán se les impide pedir asilo en nuestro país, violando el derecho internacional. Sólo se puede calificar como racista esta posición”, manifestaron desde la entidad.