En un intento de paliar la crisis que atraviesa su gobierno, el presidente argentino, Alberto Fernández, decidió reorganizar las áreas económicas de su gabinete para un mejor funcionamiento, coordinación y gestión, según informaron fuentes oficiales citadas por la agencia Télam.
El cambio más significativo dentro de esta reestructura interna será que se unificarán los ministerios de Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca ‒que pasarán a ser secretarías dentro de la nueva cartera‒, incluyendo además las relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito, es decir, la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tal como se venía manejando desde la tarde del miércoles, quien estará al frente de este nuevo ministerio será el actual presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, un político con experiencia, muy valorado en la interna del Frente de Todos por su rol articulador con muchos sectores, tanto políticos, como empresariales y sindicales.
De hecho, en la mañana de este jueves varios gobernadores provinciales explicitaron su voluntad de que Massa pasara a jugar un rol importante dentro del Ejecutivo. “Es fundamental que en estos momentos complejos todos sumemos para superar esta situación. Sergio Massa fortalecería la gestión, sumando la experiencia y la capacidad”, expresó en su cuenta de Twitter el gobernador de la provincia de Santa Fe, el peronista Omar Perotti, según informó La Nación.
En un breve contacto que tuvo con los periodistas que trabajan cubriendo la información del Congreso, Massa les anunció que el lunes comenzará a nombrar a los funcionarios que lo acompañarán en su gestión. Tras conocerse la noticia, el gobierno también se encargó de comunicar que Daniel Scioli volverá a ser el embajador argentino en Brasil, luego de haber sido designado por Fernández hace menos de dos meses para ocupar la cartera de Producción tras la abrupta salida de Matías Kulfas, en medio de una disputa de este último con el kirchnerismo. Por su parte, la ministra de Economía, Silvina Batakis, quien había asumido el cargo a comienzos de este mes, tampoco seguirá al frente de la cartera y, de acuerdo a lo que informaron desde el Ejecutivo, pasará a presidir el Banco Nación. Tampoco seguirá en su cargo Julián Domínguez, quien se venía desempeñando como ministro de Agricultura.
Repercusiones
La noticia de la designación de Massa generó numerosas reacciones en el ambiente político.
El canciller Santiago Cafiero expresó: “La incorporación de Massa al Gabinete fortalece al Gobierno y al vínculo que une al FdT con las preocupaciones de los argentinos y las argentinas. El país necesita de la responsabilidad y el compromiso de todos”. En tanto, según informó Página 12, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, afirmó, haciendo referencia al nombramiento de Massa, que “los gobiernos en muchos lugares del mundo tienen esa visión de cada tanto oxigenar sus propias gestiones con hombres y mujeres que se incorporan”.
También se refirió al hecho político la Confederación General del Trabajo (CGT), la central sindical más importante del país. En un breve texto, la entidad históricamente ligada al peronismo expresó en un comunicado: “Conocemos y confiamos plenamente en la orientación productivista y de desarrollo industrial que dará el compañero Sergio Massa a la economía argentina. El desarrollo económico se sustenta en el crecimiento del poder de compra, de salarios, jubilaciones e ingresos sociales. Debemos redoblar los esfuerzos para mitigar, en parte, la desigualdad social”.
Massa tiene 50 años y comenzó su actividad política siendo muy joven, cuando estudiaba derecho, a fines de la década del 80, en la Unión del Centro Democrático, la UCeDé, sector liberal conservador fundado por Álvaro Alsogaray. En los 90 se integró al Partido Justicialista durante el gobierno de Carlos Menem y más adelante, ya en la presidencia de Néstor Kirchner, fue designado como director de la Administración Nacional de la Seguridad Social, a instancias de su suegro, el dirigente peronista Fernando Galmarini. Luego, durante la primera presidencia de Cristina Fernández llegó a ser jefe de Gabinete, aunque después terminó en malos términos con la mandataria y fundó su propio espacio político, el Frente Renovador.
En las elecciones de 2015, que terminaron siendo ganadas por Mauricio Macri, Massa quedó tercero detrás del líder derechista y del peronista Scioli. Durante la primera parte del gobierno de Macri, Massa lo apoyó con votos en el Congreso, aunque posteriormente fue tomando distancia y terminó siendo un duro crítico del expresidente de Boca Juniors, lo cual lo fue acercando nuevamente al peronismo. Luego de unirse al Frente de Todos y ya reconciliado con Cristina Fernández, Massa tejió una buena relación con Máximo Kirchner y en los últimos tiempos terminó jugando un rol decisivo como nexo entre el mandatario y la vicepresidenta.
En sus comienzos en la UCeDé, uno de los compañeros de militancia de Massa era Carlos Maslatón, abogado y asesor financiero, muy conocido en los últimos tiempos por su intensa actividad en Twitter, tribuna desde la cual defiende, por sobre todas las causas, el liberalismo económico. En reiteradas ocasiones, Maslatón ponderó positivamente a Massa, a quien en tono jocoso apoda como “Teng Hsiao Ping” –también conocido como Deng Xiaoping– haciendo referencia al histórico líder chino, que luego de llegar al poder a fines de los años 70 impulsó una serie de profundas reformas que cimentaron el gigantesco crecimiento económico del país. Este jueves luego de la designación de su antiguo compañero de militancia, Maslatón escribió en su cuenta de Twitter: “El peronismo es el Partido Nacional. Es la República Argentina misma. Puede cometer grandes errores, pero al final, cambia lo que haya que cambiar, y pasa al frente. Sergio Teng Hsiao Ping Massa es el súper político de la hora. Ya lo sé, son momentos de luto para el gorilismo. En toda la línea, proceda Superministro Sergio”.
Menos entusiasmada que Maslatón se mostró Myriam Bregman, diputada por el Frente de Izquierda, sector afín al trotskismo, quien se expresó en duros términos sobre el nombramiento de Massa. “Ahora llega el superministro Massa, un amigo de las corporaciones. El país sigue atado al FMI, con ataques al pueblo trabajador y beneficios a las patronales. Es mentira que de esto se sale con ajuste. La crisis la tienen que pagar los capitalistas”, manifestó la legisladora.
Organizaciones sociales movilizadas
Este jueves en el centro de Buenos Aires se efectuaron movilizaciones que confluyeron primero en el Obelisco y luego en la Plaza de Mayo, convocadas por la Unidad Piquetera, en la que organizaciones sociales y políticas le reclamaron al gobierno un freno a la inflación y denunciaron la criminalización de las protestas. Además, en el marco de la denuncia contra el “ajuste”, que a criterio de las entidades convocantes se está implementando desde el Ejecutivo, los manifestantes exigieron un bono de emergencia, la universalización de los programas sociales, trabajo genuino y bajo convenio a partir de un plan de obras públicas y el aumento del salario mínimo.
El diputado Nicolás Del Caño, del Frente de Izquierda, dijo que la movilización popular expresa “los reclamos genuinos de sectores de la clase trabajadora que están luchando contra un ajuste muy duro, mientras el Gobierno le otorga beneficios a los sectores del campo que presionan por una devaluación que pulverizaría aún más los salarios. Exigimos un paro nacional a las centrales sindicales que están mirando para otro lado”.